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Hoy las empresas financieras están saliendo con mayor fuerza de las zonas urbanas para apuntar a áreas rurales, donde existe un espacio interesante para la bancarización. Dentro del menú de productos financieros ofrecidos están incorporadas las tarjetas, por la comodidad que implica su utilización en forma eficiente por parte del público, destacó ayer Dimas Ayala ante una consulta periodística.
Otro factor influyente en el crecimiento del uso de las tarjetas de crédito o débito es la inseguridad, que genera temor en la gente para manejarse con dinero en efectivo, razón por la cual prefiere usar tarjetas.
La fuerte competencia que se observa en los sectores financiero y comercial también impulsa el auge de las tarjetas, destacó Ayala.
El aspecto que se debe cuidar es el sobre endeudamiento, ya que el uso descontrolado de los plásticos inexorablemente se traducirá en dicho problema. Con una buena educación financiera por parte de las entidades para con sus clientes se puede impedir dicha situación.
Registros
Las transacciones electrónicas a través del dinero plástico, incluyendo tarjetas de crédito y débito, podría alcanzar unas 46.700.000 a finales de este año, según la Cámara Paraguaya de Medios de Pago, que ve una fuerte expansión en los últimos diez años.
Eleonora Scavone, titular del gremio que nuclea a las procesadoras de tarjetas, resaltó que las transacciones en las redes de cobranzas pasaron de 9.600.000 en el 2006, y se estima que para fin de este año se llegarán a 46.700.000 transacciones, representando casi 5 veces más que en el periodo mencionado de 2006.
Según estimaciones de la mencionada cámara, para fin de año estarán en circulación unas 3.400.000 unidades de tarjetas (crédito y débito), lo que implica que el número se triplicará con respecto al año 2006, cuando circulaban cerca de 1.000.000 de unidades en el mercado.