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En septiembre de 2012 la revista científica “Food and Chemical Toxicology” publicó un polémico estudio del investigador francés Dr. Gilles-Eric Séralini en el que se apuntaban serios riesgos de salud en ratas, producto del consumo de un evento de maíz transgénico en la dieta.
Además, el autor ligó el consumo de este evento de maíz genéticamente modificado con la aparición de tumores y cáncer en las ratas.
El informe fue fuertemente criticado por la comunidad científica desde su publicación al no ajustarse al método científico y contener inexactitudes metodológicas que mostraban evidencias del intento de forzar la aparición de resultados y manipular la información.
Tras un exhaustivo análisis, EFSA rechazó el estudio.
La información publicada por la Fundación Antama fue divulgada a nivel local por la Unión de Gremios de la Producción (UGP).
Añade que en la carta el editor en jefe reconoce que los expertos ya tuvieron dudas sobre la calidad científica del artículo pero que pese a ello lo publicaron. “Este estudio no era apto para su publicación, en este caso el proceso de revisión por otros científicos no funcionó correctamente”, reconoció. Añade que se advirtió al francés que si no lo hacía la revista se retractaría de su publicación. Al no acceder Séralini a retirar el artículo, la revista se retractó de su publicación.
“Food and Chemical Toxicology” reconoce que no se pueden sacar conclusiones de este estudio ya que se utilizó una cepa de ratas que de forma espontánea y natural desarrolla tumores y además usa un número de animales insuficiente por grupo de estudio (10 ratas) como para asociar los resultados con el consumo de maíz transgénico.