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El proyecto es que el estamento militar cuente con una red de suministro independiente del sistema de agua de la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (Essap) a fin de ayudar a paliar la falta de agua en la capital del Guairá.
El gobernador Rodolfo Friedmann Alfaro (ANR) anunció la obra días atrás durante la prueba de bombeo de un pozo artesiano que la Essap se encuentra instalando en Villarrica, como parte de unas medidas para tratar de paliar la falta de agua en esta ciudad.
Técnicos de la Essap calculan que en la sede militar se derrocha unos 15 millones de litros de agua potable al mes (15.000 metros cúbicos), volumen que podría abastecer a unas 1.000 familias. En el lugar viven unas 400 personas –entre militares y sus familiares– y el suministro es de 17.000 metros cúbicos, pero el consumo real orillaría solo entre 1.500 y 2.000.
Esto significa un desperdicio del 90% y la facturación promedio es de G. 30 millones mensuales. Con el dinero de los contribuyentes, las Fuerzas Armadas de la Nación paga anualmente a la Essap más de G. 350 millones, a pesar de que la mayoría del líquido es derrochado.
Por otro lado, la Junta Municipal de Villarrica declaró emergencia hídrica en la capital del Guairá debido al deficiente servicio de la Essap. En algunas zonas, la falta de agua que sufren los usuarios llega hasta 8 horas diarias. Los usuarios se ingenian para no quedar totalmente desabastecidos.