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LA HABANA (ANSA). El Régimen de Admisión Temporal para Perfeccionamiento Activo, título del mecanismo, ya está reglamentado desde esta semana por la resolución N° 85/2013, que une y modifica dos decreto-leyes de 1996 y 2008, y fue publicada en la Gaceta Oficial y emitida por el Ministerio de Finanzas y Precios.
El reglamento está escrito en términos generales y no menciona la primera Zona Especial de Desarrollo cubana, que se construye en torno al puerto del Mariel, unos 45 kilómetros al oeste de La Habana.
No obstante, de acuerdo con anuncios oficiales anteriores, deberá aplicarse por vez primera en la obra del Mariel, un proyecto de súper-puerto valorado en cerca de 900 millones de dólares, en el cual la firma Odebrecht, del Brasil, participa con más de 600 millones.
El reglamento general parece sugerir, por ello, que otras zonas especiales podrían surgir en Cuba al calor de las transformaciones económicas iniciadas en 2008 por el gobierno del dictador Raúl Castro y que entre otros objetivos tiene el de rebajar facturas estatales por importaciones que se han acercado a los 2.000 millones de dólares anuales.
La nueva modalidad es considerada como una puerta para inversiones extranjeras, dado que la economía cubana las necesita a partir de sus propias necesidades de ingreso de dinero fresco.
El reglamento también generaliza cuando se refiere a quienes tendrán derecho a usar el sistema al señalar que “pueden solicitar los beneficios de los presentes regímenes todas las personas jurídicas radicadas en el territorio nacional”, lo que permite el uso de esta medida por parte de empresas con capital extranjero.
El nuevo régimen de admisión temporal para perfeccionamiento activo tiene como elemento crucial el denominado sistema de reintegro de derechos, o drawback, según el cual sobre las mercancías por las que se hayan pagado los derechos de aduanas, las empresas productoras pueden beneficiarse con la restitución total o parcial de esos impuestos.
Eso será posible “si se justifica que han sido reexportadas después de haber sido sometidas a un proceso de transformación, elaboración o reparación en Cuba”, subraya la resolución.
El interés de las autoridades, fijadas por el reglamento, estipula que el reintegro podrá efectuarse cuando “la exportación resulte beneficiosa a la economía nacional”.