Le inventan candidato presidencial opositor al dictador Nicolás Maduro

CARACAS (AFP). El dirigente opositor venezolano Henri Falcón, fue postulado por un partido de izquierda para las elecciones presidenciales, contrariando a la coalición que adversa al régimen de Nicolás Maduro.

Falcón, militar retirado de 56 años y supuesto disidente del chavismo, fue propuesto como candidato por el minoritario Movimiento al Socialismo (MAS) para enfrentar a Nicolás Maduro, quien busca la reelección hasta 2025.

Falcón estuvo vinculado al movimiento con el cual el fallecido Hugo Chávez llegó al poder en 1999, pero rompió con él en 2010 mediante una carta abierta en la que le reprochaba haberlo ignorado durante años por hablar de los errores de la llamada “revolución bolivariana”.

Alejado del chavismo, coordinó la campaña presidencial del opositor Henrique Capriles en 2013, en la que fue derrotado por Maduro por estrecho margen.

Pero su pasado chavista, genera desconfianza sobre su candidatura, que es vista como un invento del chavismo para darle legitimidad a unas elecciones presidenciales adelantadas unilateralmente por el sector radical del chavismo para el próximo 22 de abril.

Falcón está lejos de ser un peligro real para Maduro debido el vasto control institucional y social por parte del régimen y su maquinaria.

Aunque “Falcón por sí solo no representa esa fachada que necesita el gobierno ante el mundo” para legitimar las votaciones, dijo Félix Seijas, director de la encuestadora Delphos.

Además de Falcón, Maduro tendrá otros dos contendores desconocidos: el pastor evangélico Javier Bertucci y Reinaldo Quijada, chavista alejado del oficialismo.

Gran parte de la comunidad internacional, en especial los gobiernos democráticos de América Latina, rechazó el anticipo de los comicios que debían realizarse en diciembre de este año. Anunciaron que no reconocerán los resultados de estas votaciones.

Maduro, un exchofer de autobús, parece tener asegurada la reelección aunque su gobierno es reprobado por 75% de los venezolanos, según la firma Datanálisis, debido a la debacle económica del país petrolero, asfixiado por la escasez de alimentos y medicinas, y la hiperinflación.

“Son elecciones de fachada, a la medida del gobierno, un mero acto político para la aclamación de Maduro por sus seguidores. Ahí no hay competencia, no se está dirimiendo nada”, declaró el politólogo Luis Salamanca.

Aunque Maduro repite que “llueva, truene o relampaguee” habrá elecciones el 22 de abril “con o sin” opositores, la MUD busca apoyo internacional para obligarlo a programar unos comicios con garantías.