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“Un homosexual puede ser funcionario policial, siempre y cuando no manifieste públicamente su apetencia sexual, porque imagínate un oficial de policía que entonces quiera ponerse una camisa rosada o se pinte los labios”, dijo Bernal.
El comisionado es el encargado de la modernización policial en el país que tiene la segunda mayor tasa de homicidios del mundo.
“Quienes vayan a ingresar a los cuerpos de policía tienen que ser jóvenes con idoneidad, con ética, con desprendimiento, tienen que ser muchachos sanos (...) Un muchacho con un tatuaje no puede entrar a la Policía Nacional Bolivariana; un muchacho con un zarcillo no puede entrar a la PNB. Yo lo he dicho. Bueno, lo podemos mandar al Ministerio de la Cultura”, dijo Bernal.
En Venezuela en la policía “podría haber alguna persona que sea gay y es el derecho de cada quien a serlo. Pero no podría manifestarlo públicamente porque va contra la estructura de formación de lo que debe ser un oficial de policía”, dijo Bernal.
La homofobia es algo extendido en los distintos países de Latinoamérica –y dentro de la ideología marxista lo es aun más– donde, desde Carlos Marx, Federico Engels, Lenin y Mao Zedong, hasta líderes comunistas de la región, como Fidel Castro, consideran la homosexualidad como una “perversión burguesa”, incluidos entre los “elementos contrarrevolucionarios”, llegando a afirmar que un homosexual no puede ser un “verdadero revolucionario”.