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SANTIAGO DE CHILE (EFE). El Gobierno chileno, a través del subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, desde las dependencias centrales de la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi), confirmó esta madrugada la muerte de cinco personas como consecuencia del seísmo, al cierre de esta edición.
Los fallecidos fueron identificados como Lissette Araya Silva, de 35 años, quien murió como consecuencia del derrumbe de una techumbre; Victoria Gloria Jofré, de 20 años, debido a un deslizamiento de rocas, y Luis Damaris, de 67 años, quien murió en el Hospital Van Buren de Valparaíso por un paro cardiaco. A ellos se suman Renato Salazar Díaz, de 91 años, y Humberto Fernández, de 81 años, ambos afectados también por un paro cardiaco.
Según el Servicio Sismológico de Estados Unidos, la magnitud del terremoto fue de 8,3 grados, mientras que el Centro Nacional de Sismología de la Universidad de Chile lo sitúa en 8,4 grados, que se sintió a las 19:54 hora local (18:54 de Paraguay), cuyo epicentro se localizó a 46 kilómetros al oeste de la zona denominada Canela y a 15,7 kilómetros de profundidad.
Tras el temblor y la consecuente alerta de tsunami dada por la Armada chilena para la costa de todo el país, miles de personas se desplazaron hacia zonas seguras, alejadas del borde costero. Las autoridades señalaron que los evacuados eran alrededor de un millón de ciudadanos.
Réplicas
Al menos diez réplicas, algunas de ellas de magnitud 6, se han sentido en territorio chileno tras el fuerte terremoto que ha estremecido el país desde Atacama, por el norte, hasta la zona de la Araucanía, por el sur. En varias ciudades costeras el agua del mar ha ingresado unos 30 metros, aunque aparentemente los daños han sido menores.
Las autoridades han indicado a los medios que se registraron perjuicios en distintas casas de adobe así como en el aeropuerto internacional de Santiago, donde cayeron los techos falsos de algunas áreas del edificio. La televisión chilena mostró que gran cantidad de personas corría hacia la salida de la estación aérea, y se escuchaba el llanto desesperado de una mujer.
Las diferentes radioemisoras comunicaron que hubo daños en distintas infraestructuras, como puentes y carreteras, y que en la localidad de Salamanca, en el norte del país, varias casas de adobe se derrumbaron por la fuerza del sismo.
Los demás países con costa en el océano Pacífico emitieron alertas de que podrían generarse grandes olas, pero hasta el cierre de esta edición ello no había sucedido.