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El fiscal Marcelo Pecci presentó en la mañana de ayer la droga y a los detenidos que arrojó el procedimiento encubierto llamado “Pepino I”, en el que se desbarató una red de tráfico de cocaína que usaba una pista clandestina ubicada entre los arrozales de la estancia Ysapy, en la ciudad de General Artigas, donde bajaban avionetas provenientes de Bolivia cargadas con cocaína que luego era sacada hacia la Argentina.
El agente del Ministerio Público explicó que Víctor Hugo Gaona Burgos, 43 años, exfutbolista, es el jefe de la organización, quien confesó que efectivamente la droga le fue traída desde Bolivia, le dijeron que le iban a pagar US$ 10.000 por hacer pasar la carga hasta la Argentina y que ya le pagaron por adelantado US$ 5.000.
Por su parte, Favio Donizete Umann, brasileño y capataz de la estancia Ysapy, confesó que arrendaba la pista clandestina a la estructura mafiosa a espaldas de sus patrones. Joaquín Bareiro, 40 años, era el “pistero”, su misión era ir organizando el aterrizaje y despegue de naves en las diferentes pistas clandestinas en la zona; y el último detenido, Édgar Romero Salinas, 27 años, era el encargado de bajar la carga de cocaína de las avionetas.
La versión dada por Gaona Burgos sobre el pago de solo US$ 10.000 por el trabajo de llevar la droga al otro lado de la frontera es poco creíble y para los investigadores el líder de la banda manejaba grandes cantidades de cocaína y de dinero en el Sur del país.
El valor de estos 372 kilos supera los US$ 2.600.000 según los informes dados a conocer por la Senad.