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La fiscala Marlene González solicitó al tribunal de sentencia la aplicación de 6 años de pena privativa de libertad. El principal elemento que incriminó a Guapi fue su huella dactilar, que quedó en el vehículo del cual había roto el vidrio para poder robar documentos que se encontraban en un maletín.
Llamó la atención que la víctima del atraco, María Angélica Silva de Zillich, no haya comparecido para atestiguar en la causa. Según los datos, Guapi habría acordado una indemnización a la víctima.
Por su parte, el tribunal de sentencia integrado con los jueces Wilfrido Peralta, Sandra Farías y Carlos Hermosilla, por unanimidad, condenó a Guapi, quien ya tiene varios antecedentes por atracar vehículos. Se exponía hasta a 10 años de cárcel.
El colegiado argumentó que la huella dactilar encontrada en la camioneta atacada es una prueba irrefutable de la participación del condenado en el hurto.
Guapi en la audiencia pidió perdón y aseguró que ya no iba a cometer “chiquilinadas”. Para la fiscala González sus palabras son poco creíbles, ya que a su edad de 42 años, ya no debería de andar con “chiquilinadas”.
Guapi asestó el golpe a la camioneta Nissan X-Trail año 2006, propiedad de Silva de Zillich, el 12 de octubre de 2012, sobre Prócer Yegros casi Pastor Filártiga de Asunción, frente al Carmelitas Center.