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De acuerdo con los informes suministrados por la Jefatura de Policía de Amambay, en uno de los dos allanamientos llevados a cabo ayer en Pedro Juan Caballero, en el marco de la investigación del crimen del agente, los intervinientes encontraron, entre otras cosas, un pasaporte brasileño vigente de uno de los hijos de Jarvis Chimenes Pavão, de nombre Pedro Giménez da Luz, así como un equipo completo de uniforme camuflado táctico.
El homicidio del suboficial primero Vargas se produjo el lunes de noche, cuando cuatro sicarios armados con fusil FAL calibre 7.62 lo atacaron en el momento en que llegaba a su casa de Pedro Juan Caballero.
Horas después, los propios compañeros del agente asesinado atraparon a dos de los supuestos tiradores, Daniel Gamarra (33) y Danilo Giménez López (28), tras lo cual se supo que los mandantes del atentado serían el capo preso en Tacumbú Jarvis Chimenes Pavão y el fugitivo Clemencio González Giménez, alias “Gringo”.
Aparentemente, el policía de Investigación de Delitos fue eliminado en venganza por haber pasado datos a sus camaradas de Antinarcóticos para la incautación de una carga de 252 kilos de cocaína en la colonia Fortuna Guazú, de donde precisamente es oriundo el finado Vargas.
En conexión con aquel procedimiento, registrado el 10 de enero pasado, fueron encarcelados posteriormente los concejales departamentales de Amambay César Augusto Quevedo Isnardi (PLRA) y José María Luis Bogado Martínez (ANR), señalados por los propios intervinientes como quienes abandonaron la mercancía en el monte después de huir tras resistirse a ser verificados en un camino rural.
Escándalo en la Jefatura
La misma carga de 252 kilos de cocaína, una semana después, el 17 de enero, fue devuelta por un grupo de policías que estaban de guardia en la Jefatura de Amambay al mismo “Gringo” González, quien les habría prometido a los uniformados una fuerte suma de dinero.
Pero en cambio, los efectivos involucrados nunca recibieron el pago, quedaron detenidos y ahora se exponen a una elevada condena.
De acuerdo con la investigación, la droga iba a ser remesada al Brasil por la red dirigida por “Gringo” González, uno de los elementos de la sólida estructura criminal que maneja desde Tacumbú Jarvis Chimenes Pavão.
Supuestamente, “Gringo” consensuó con Pavão la ejecución del policía, por el significativo perjuicio que le ocasionó Vargas a la organización criminal, ya que “Gringo” pasó de ser un seudoempresario de perfil bajo al narcotraficante más buscado actualmente por los organismos antidrogas de nuestro país.