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El panorama en el campo es cada vez más negro, debido al crecimiento que van teniendo los criminales del EPP y de la ACA, ante la falta de presencia del Estado con inversiones sociales y fuentes de trabajos.
Los menonitas del distrito de Tacuatí, impotentes con el secuestro del colono Abrahán Fehr, reducen al máximo sus actividades en el campo, incluso algunos manifiestan que solo trabajan para pagar cuentas y solo lo hacen con custodio de la FTC, ante el temor reinante.
En similar situación están los grandes productores de la agroganadería de la zona.
Los humildes trabajadores campesinos también se ven afectados, están desesperados por la falta de trabajo y oportunidad para producir en el campo, ya que los productos agrícolas no tienen buen precio ni mercado oportuno y seguro. Además la falta de camino y la precariedad de la salud en las zonas rurales conspiran en contra del campesinado para hacer frente a la crisis. Mientras que otros optan por pasar a militar en los grupos criminales, asfixiados por sus necesidades, lo cual aprovechan los terroristas que ofrecen dinero a los jóvenes.
La situación cada vez más se agrava, ante los operativos fallidos y la falta de resultados por parte de la FTC, al mando del criticado Erit Salinas, que según los propios militares operativos debe ser removido y replantear todo, ya que no existen estrategias, ni coordinación de trabajos, y que se debe a la falta de liderazgo del comandante.