Arzobispo insta a utilizar los medios como púlpito

El cumpleaños de Cáritas fue el viernes, pero la celebración se pospuso hasta ayer atendiendo las exequias finales del obispo de la diócesis de San Lorenzo, monseñor Sebelio Peralta, fallecido el jueves. La radio festejó sus 78 años al aire con una misa que se desarrolló en la nueva galería cultural.

El Arzobispo Valenzuela fue el encargado de la celebración eucarística, además de la bendición del nuevo espacio cultural en la radio. “La iglesia debe evangelizar desde los nuevos púlpitos, que son los medios de comunicación”, señaló al recordar una reflexión del papa Pablo VI.

Destacó además el eslogan de Cáritas, que es “Paz y Bien para todos los hogares”. Explicó que estas dos palabras, Paz y Bien, representan toda la vida de Jesús. Varias personas participaron de la misa, que culminó con un brindis.

El arzobispo Valenzuela hizo un emotivo recuento de los inicios de la radio y algunos aspectos importantes que ocurrieron en estos últimos 78 años y en los que Cáritas participó activamente como medio de comunicación. “Estamos orgullos de tener este medio, que es tan importante para hacer llegar el mensaje a la ciudadanía”, dijo.

Recordó que la 680 AM empezó a transmitir el 21 de noviembre de 1936, en pleno gobierno de Rafael Franco. “Es la segunda radio católica del mundo, luego de la emisora Vaticana, fundada cinco años antes. Inicialmente, el medio pertenecía a la congregación franciscana, hasta que en 1986 pasó al Arzobispado de Asunción y desde el 2000 forma parte de la Universidad Católica”, dijo. Resaltó además que Cáritas cumple hasta hoy una importante labor de evangelización, de difusión de la cultura y de la música sacra y paraguaya, con una discoteca que era considerada la más completa de todo el Mercosur en la primera mitad del siglo XX. Tras la misa, varios de los invitados al brindis recordaron que en el golpe del 1989 fue la única emisora que transmitió los enfrentamientos entre las fuerzas revolucionarias y los leales al dictador Alfredo Stroessner. En su estudio se instaló el entonces obispo auxiliar de Asunción, Mons. Pastor Cuquejo, para tranquilizar a una asustada población.