Combatir la pobreza y la corrupción, para hacer posible una mayor justicia social

El Dr. Bracho, de 90 años de edad, accedió a hablar con ABC Color, en su residencia de Asunción, de sus alegrías y preocupaciones. Él se recupera de una afección cardíaca que le llevó a dos internaciones e inclusive fue ingresado en terapia intensiva del Geriátrico del Instituto de Previsión Social.

“No quiero morir sin antes ver que los jóvenes estudien y se dediquen a hacer grupos de amigos, donde fomenten la práctica deportiva, la lectura, el estudio, la sana competencia, el cuidado del medioambiente. Abrigo la esperanza de que una juventud sana, capacitada y honrada haga posible que nuestro país progrese”, dijo el fundador de la Cruzada Mundial de la Amistad, que nació el 8 de octubre de 1924, en Quiindy.

Casado con la pediatra Dra. Nélida Aquino de Bracho (88), llevan más de 60 años de casados. Es padre de 6 hijos, abuelo de 28 nietos y 11 bisnietos.

Resaltó como un hecho trascendental la aprobación por unanimidad (192 votos), en el año del Bicentenario de la patria (mayo de 2011), de la resolución de la Organización de las Naciones Unidas para incluir en el calendario de fechas conmemorativas el 30 de julio.

Recordó la reciente visita a nuestro país del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon (25 y 26 de febrero), en cuyo mandato fue aprobado el Día Internacional de la Amistad.

“La presencia en el Paraguay y el diálogo con él durante su estadía fueron un estímulo muy importante para seguir, hasta donde pueda, con la Cruzada Mundial de la Amistad, junto a innumerables personas altruistas que donaron su tiempo trabajando en una entidad sin fines de lucro que ya lleva más de 50 años bregando por la unidad por encima de los intereses políticos y económicos”, resaltó Bracho, quien manifestó que “la amistad puede hacer posible la paz en el mundo, mediante las concentraciones”.

El poder de la amistad

Durante su discurso en el Congreso Nacional Ban Ki-moon reconoció como una contribución muy especial que el Paraguay aportó a la comunidad mundial, refiriéndose a la Cruzada Mundial de la Amistad.

Significó que se inició hace casi 60 años, con un hombre visionario y una idea sencilla pero profunda. Dijo que hay algo mucho más poderoso que las fuerzas de la animosidad y el odio en nuestro mundo. Se trata del poder del espíritu humano, el poder de la amistad.

Resaltó que él sabía que la amistad forja puentes entre personas y también puede inspirar la paz en el mundo, y de este modo lanzó la Cruzada Mundial de la Amistad en 1958.

“Me enorgullezco de que durante mi mandato como secretario general y con el liderazgo del Paraguay, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobara la idea del Dr. Bracho. Y ahora, cada 30 de julio, se conmemora en todo el mundo el espíritu del Paraguay”, dijo Ban Ki-moon, el 26 de febrero pasado, en el Congreso Nacional.

Anhelo

El fundador de la Cruzada Mundial de la Amistad dijo que desea para el Paraguay una mayor justicia social. Que los jóvenes no caigan en vicios como la droga. Que no haya impunidad ante los hechos de corrupción casi generalizada en los tres poderes del Estado.

Abrigó la esperanza de que mejore la calidad de vida de la mitad de la población que está sumida en la pobreza.

“Necesitamos un cambio de actitud; dejar atrás las diferencias que nos separan, y sembrar el entendimiento y la amistad, para poder mejorar nuestra bella patria. Que nuestro ejemplo positivo sea ejemplo para los demás países del mundo”, resaltó.

Instó a la solidaridad de todos los paraguayos, que prevalezcan en las familias la unidad y el diálogo y se vuelva a compartir la mesa, un espacio donde los padres den consejos, se interesen por la educación y el bienestar de sus hijos. Y que los niños y jóvenes aprendan del ejemplo de sus padres la honradez, la responsabilidad y a tener un gesto altruista con los más necesitados.

“Los medios de comunicación tienen un papel preponderante para concienciar sobre la importancia del Día de la Amistad y para fomentar un gesto amistoso, en una sociedad cada vez más exigente”, significó.

Según el Dr. Bracho la Cruzada Mundial de la Amistad conmemoró sus 57 años de labor con el lema: “Por un mundo mejor y más humano”, durante el Bicentenario patrio (2011), y con la felicidad de la resolución brindada por las Naciones Unidas, que instauró el 30 de julio como Día Internacional de la Amistad.

Fundadores

El 20 de junio de 1958 el doctor Ramón Artemio Bracho funda en Puerto Pinasco, Chaco paraguayo, la Cruzada Mundial de la Amistad, con Horacio Maymi (gerente de la empresa internacional Products Corporation), don Orlando Troncoso (contador general), Kurt Singer (secretario), Víctor Alfonso Rolón, juez de Paz y el Cap. Carlos Rivas (presidente del Club Social).

El Dr. Ramón Artemio Bracho recuerda que se inspiró en el Día del Árbol (19 de junio) ejerciendo él desde un comienzo la presidencia.

Apunta además que el emprendimiento fue conociéndose paulatinamente, con inolvidables celebraciones realizadas en la ciudad de Puerto Pinasco, durante la última semana completa del mes de julio.

Rememoró que en ese marco hacían varias actividades: visita a cárceles, enfermos de hospitales, a instituciones educativas, actos emotivos en distintas entidades sociales y deportivas, constatando muchos casos de reconciliación entre personas distanciadas.

Expresó que un año después del nacimiento de la Cruzada “ocurrió un acontecimiento importante; un contacto fortuito con una emisora de radio de los Estados Unidos de América, la KGEI ‘La voz de la Amistad’ de San Francisco, California, que se enteró de la primera celebración de la Semana de la Amistad en Puerto Pinasco, y resolvió brindarle todo su apoyo. Posteriormente se unieron Radio Canadá Internacional, Radio Nederland de Holanda y Radio Suecia de Estocolmo, y de esa manera la buena nueva de la Cruzada llegó prácticamente a todo el mundo”.

Bracho relató la historia del emprendimiento paraguayo que cumple 57 años, y cuenta que el año 1964 fue clave en la historia de la Cruzada Mundial de la Amistad, marcando el inicio de importantes apoyos, como el del magisterio nacional, con la Resolución Nº 242 del 7 de julio de ese año, firmada por el entonces ministro de Educación J. Bernardino Gorostiaga, incluyendo la Semana de la Amistad dentro del calendario escolar y fijando el 30 de julio como Día de la Amistad.

Luego se ha ganado la valiosa adhesión del leonismo paraguayo, que en una reunión había resuelto por unanimidad incorporar a su calendario de celebraciones la Semana de la Amistad.

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