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Martín Almada leyó un documento remitido a la autoridad de la Oficina Nacional de Energía Atómica (ONEA) de nuestro país, para reclamar la inacción con respecto al proyecto del gobierno del vecino país, en la zona fronteriza de Formosa, poniendo en riesgo a gran parte de la población paraguaya.
Almada calificó de “energía de la muerte” a la que tiene base atómica, y recordó terribles accidentes mundiales en plantas nucleares.
Alertó que un problema en la planta nuclear de Formosa podrá afectar con radiactividad un radio de 500 kilómetros (incluye toda la región Oriental y parte del Chaco el Paraguay), y contaminará las aguas a lo largo de 2.500 kilómetros.
Del Foro internacional
El foro se denominó “Riesgos del proyecto Carem/Dioxitek en Formosa... a pocos kilómetros de la frontera. Ventajas y desventajas de la energía nuclear”, y fue organizado por el Colegio Santísimo Redentor”, en su local de 21ª Proyectada y Estados Unidos, frente a la parroquia del mismo nombre.
La docente y bióloga Elena Mendoza Pérez explicó que todo surgió cuando los alumnos del bachillerato científico tomaron el tema como investigación. Resaltó que debido a la poca información oficial y el poco interés de la prensa, con los alumnos viajaron a Formosa para conocer en detalle el proyecto, donde contactaron con médicos referentes del vecino país que están en contra del proyecto, como el doctor Nuncio Toscano, quien estuvo ayer en el foro.
El encuentro fue presidido por el director del colegio, licenciado César Sánchez. Fueron conferencistas también Ovidio Espínola, de la Seam; Ludmila Riveros, exdiputada y ahora en la ONG “Ciudadanos por la vida de Ñeembucú”; Lourdes López y Osvaldo González, de la Cámara de Senadores; y Daniel Rolón, también del Ñeembucú, ciudad declarada en estado de alerta.