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“Él está muy bien, en excelentes condiciones. Ayer al mediodía se le retiró el respirador artificial y está tolerando bien hasta ahora; está animado y en contacto permanente con sus familiares”, manifestó la doctora Nancy Garay.
Agregó que incluso Jesús se entretiene con la televisión y que cambia de canales según lo que él quiere ver, manipulando el control remoto.
Destacó que no hay sangrado alguno y que en la fecha se le retirarán todos los tubos de drenaje quirúrgico que se le habían colocado. “Crucemos los dedos para que no haya ninguna complicación, todo está saliendo como esperábamos, y si es así, le daríamos de alta en 15 días, que es el tiempo mínimo que debe estar internado, debido a que se le tiene que administrar medicamentos antirrechazo durante 15 días por vía endovenosa, entonces sí o sí se debe quedar todavía”, explicó la profesional.
Agradable sorpresa
La especialista expresó también que el equipo médico está bastante sorprendido por la rápida evolución del paciente pediátrico.
“Estamos sorprendidos por su buena evolución, pues debemos recordar que él se sometió a tres grandes cirugías. La primera fue la asistencia ventricular para colocar el dispositivo artificial, luego para sacárselo y después ya el trasplante de corazón”, indicó.
Resaltó: “Fueron tres grandes procedimientos, pero el paciente los toleró muy bien. Nos alegra la evolución y sobre todo la predisposición de Jesús, pues ayuda mucho su estado emocional”.
Los padres del pequeño también se encuentran felices, debido a que nunca perdieron la esperanza de vivir este momento.
La operación para el trasplante del órgano vital se realizó en el Hospital Pediátrico Niños de Acosta Ñu, el martes desde las 04:20. En ese momento se produjo la desconexión del corazón artificial e inmediatamente se realizó la implantación, que culminó alrededor de las 10:00. La intervención quirúrgica estuvo encabezada por el doctor Marcos Melgarejo.
Miocardiopatía
La intervención y trasplante de corazón era la única posibilidad de que el niño pueda seguir con calidad de vida, según los médicos. Jesús Leiva padecía miocardiopatía dilatada grave posmiocarditis. Durante diez días estuvo conectado a un dispositivo de asistencia al corazón, lo cual permitió que se pueda llegar hasta la operación de trasplante.