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Con la marcha exigirán al Estado (poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial; gobernaciones y municipios) el cumplimiento de políticas públicas que beneficien a los nativos.
Los indígenas piden el reconocimiento legal de líderes, comunidades, organizaciones, clanes y grupos de pueblos originarios; respeto a la tierra y a los territorios y vivienda digna.
Exigen, igualmente, una política habitacional, promoción y apoyo efectivo a la artesanía, trabajo, producción y a la economía.
Otros reclamos son: el cumplimiento de la política nacional de salud indígena y resguardo de los nativos en situación de calle.
Los indígenas exigen, igualmente, que las hidroeléctricas Itaipú y Yacyretá (que se jactan de ser las más grandes del mundo) restituyan las tierras y territorios a todas las comunidades y familias afectadas por los embalses, entre otros puntos. Rechazan de manera categórica e indeclinable la utilización de semillas transgénicas y reivindican la utilización de semillas nativas.
Al mismo tiempo, reclamarán la incorporación de asesores indígenas dentro de la Comisión de Pueblos Indígenas en la Cámara de Diputados y el cumplimiento de las resoluciones de la Corte Internacional de Derechos Humanos que obligan al Estado a restituir sus territorios ancestrales a los indígenas del Chaco.