Aliados pero no comprometidos

El proyecto de reelección presidencial oscila en medios de dudas y certezas. Por momentos pareciera que todo está acordado, pero siempre una duda de último momento termina por frenar todo.

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En los últimos días se terminó de acordar el texto que finalmente contentó a todos. El sector que respalda al senador Fernando Lugo logró introducir el artículo mediante el cual un candidato a presidente de la República que pierde las elecciones automáticamente encabeza la lista de senadores de su partido.

Este fue el pedido del Frente Guasu para asegurar que una eventual derrota de Lugo no termine dejándolo de lado de la vida política. Para ese sector es esencial que continúe ocupando cargos para mantenerse visible. Solo así podrán tener el tiempo suficiente para consolidar una estructura que le permita ir más allá de su liderazgo.

Los colorados también aceptaron el pedido de liberales e izquierdistas para que el presidente de la República en funciones deje el cargo seis meses antes de las elecciones para tratar de frenar en algo que la maquinaria estatal este el servicio del candidato presidencial. En la práctica no se evitará que eso ocurra, pero de algún modo se conseguirá que sea un poco más atenuado.

Esos eran los dos puntos de mayor controversia al momento de acordar un texto final. Ahora que se llegó a un acuerdo la discusión de nuevo se traslada a los números. Hasta hace algunas semanas eso estaba cerrado, pero a último momento algunos de los senadores empezaron a poner en duda su voto a favor del proyecto.

Ahora de nuevo todas las conversaciones se reiniciaron para asegurar una mayoría por encima de los 23 que se necesitan para aprobar la enmienda constitucional. El repentino silencio del senador Julio Velázquez y la ambigua posición del senador Fernando Lugo alertaron a los negociadores. Ir al plenario con una ajustada mayoría y sin certezas a la hora de la votación implica un riesgo demasiado alto.

Conseguir más votos es una tarea ardua, pero hay un resquicio que el oficialismo viene trabajando hace algunas semanas.

La movida se empezó a desplegar a inicios de semana con el anunció del diputado Óscar Tuma de retirar el pedido de juicio político a los tres miembros de la Corte Suprema de Justicia. La disidencia colorada y la oposición tienen parado hace más de un año el proceso en la Cámara de Senadores. Es el reaseguro que tienen si la reelección presidencial llega a la Corte. Darle trámite automáticamente reactiva el juicio, un rechazo confirmará que el enjuiciamiento seguirá parado en el Senado hasta el final del periodo.

El pedido de Tuma pretende desactivar esta maniobra y usar a favor del oficialismo los votos en la máxima instancia judicial.

Con una Corte Suprema libre de presiones externas los impulsores de un segundo mandato presidencial están dispuesto a presentar un pedido de certeza constitucional sobre la validez de introducir la reelección a través de una enmienda. El objetivo es que la instancia encargada de interpretar la Constitución confirme que la enmienda es una vía correcta para incorporar a la Constitución un segundo mandato consecutivo para el presidente de la República.

Con ese documento en mano esperan desarmar las dudas de algunos senadores liberales y del mismo Lugo que cuestiona la enmienda, pero no la reelección presidencial. Ese eventual cambio de postura de al menos tres senadores, el oficialismo y los sectores de izquierda estarían en condiciones de llegar a la Cámara de Senadores con apoyos firmes que finalmente permitan aprobar la enmienda.

El proceso esta en marcha; pero con aliados que no se comprometen nada asegura que la enmienda sea aprobada.

ogomez@abc.com.py

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