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Tras el asesinato de Pablo Medina, el uniformado fue identificado como “ahijado” de Carlos “Cabrito” Villalba, intendente de La Paloma del Espíritu Santo y hermano de la diputada colorada Cristina Villalba, ambos ligados con el “clan Acosta” del distrito de Ypejhú.
Aquiles Villalba es sospechoso de dar protección a grupos de narcotraficantes que operan en la zona de Canindeyú al amparo de estructuras políticas que eran encabezadas por el prófugo de la justicia Vilmar “Neneco” Acosta y su familia. Ayer asumió la jefatura de Antinarcóticos en reemplazo del comisario Venancio Benítez.
Tanto Villalba como el actual jefe de Investigaciones de este departamento, comisario Éver Molinas, son considerados nexos cercanos con altos exponentes del crimen organizado, que operan entre los departamentos de Canindeyú, San Pedro y Pedro Juan Caballero.
En los últimos meses del año pasado varios integrantes de la Sección de Investigaciones, liderada por el comisario Éver Molinas, fueron acusados de haber extorsionado con fuertes sumas de dinero a miembros de un grupo de narcotraficantes en esta frontera. Tras ese hecho, varios integrantes de Investigaciones de Pedro Juan Caballero fueron trasladados a Asunción, pero el comisario Molinas sigue al frente de la dependencia ya que, según fuentes, contaría con el apoyo de altos jefes policiales, como también del propio ministro del Interior, Francisco de Vargas.