Con 90 años, Resck seguirá luchando por los DD.HH.

El 23 de enero Resck cumplió 90 años. Dice que son 90 de edad biológica, pero “180 años desde el punto de vista sicológico por la vida tensa y la edad de los jóvenes, porque, a pesar de los 90, yo me siento joven espiritualmente”.

En una entrevista concedida ayer en su domicilio, sentado en un sillón, frente al televisor y a su lado una silla con una campanilla, el veterano luchador por los derechos humanos recalcó que se siente joven porque “los ideales no mueren, se renuevan como las aguas del río. Yo mantengo incólumes mis ideales de libertad, de justicia social en el ancho marco de la democracia real, democracia política, económica, social y cultural, pero de la que aún en Paraguay estamos lejos, porque la violación de los derechos humanos en América toda y especialmente en Paraguay, sigue siendo, lamentablemente, una constante”.

Defiende férreamente la libertad, valor que Dios ha impuesto en las entrañas de la vida del hombre. “Privado de la libertad me agita, me enerva, me desespera”.

Criticó “a los amigos de acá”, que rinden homenaje a algunos dictadores de afuera, pero que sin embargo, acá en Paraguay, exigen la libertad. “Yo les felicito porque acá exigen la libertad, pero les critico porque no exigen lo mismo cuando eso ocurre fuera del país; eso es inaceptable, es absurdo”. Mencionó los casos de Cuba, Venezuela y Bolivia.

Represiones

Dice sentirse muy dolido al observar desde su lecho de enfermo las violentas represiones que se dan a campesinos en Gral. Resquín, en Capiibary, por el hecho de protestar. “Estas represiones violentas me hacen llorar porque estoy en una etapa de mi vida muy sensible, sobre todo porque me siento impotente de salir a la calle a levantar la bandera, me siento impotente de hacer denuncias como quisiera hacer, viendo cómo nuestros hermanos son violentamente reprimidos”, manifestó.

Recordó que en 1976, estaba preso en La Técnica con el líder campesino de las Ligas Agrarias Cristianas, Arturo Bernal, en una tina de agua helada con corriente eléctrica. Bernal acababa de operarse de uno de los pulmones, pues padecía tuberculosis. “Me dice: aníkena profesor nderesarái orehegui. Ese es un manto que llevo adelante”.

Refirió al presidente Horacio Cartes, quien en su discurso, parafraseando al papa Francisco, pedía a los jóvenes hacer líos. “Ya ves, no eran líos, eran reclamos de los campesinos y jóvenes y comenzó a reprimir”.

Prisiones

Preguntado sobre las veces que fue apresado, Resck dijo que durante la dictadura de Higinio Morínigo fue apresado 15 veces y durante la dictadura de Stroessner 109 veces. Aclaró que se enteró de esas cifras por los propios personeros de la dictadura que le decían que tenía el expediente más frondoso. “Yo nunca llevaba en cuenta, no me preocupaba por eso, sino de mi vida y por mi pueblo”.

Señaló que la persecución hacia su persona fue más por la dirigencia estudiantil y universitaria que ejercía durante la dictadura antes que por cuestiones políticas. Como parte de esa persecución no pudo seguir enseñando en instituciones públicas. Siguió enseñando en universidades como lo sigue haciendo hasta ahora.

Sin jubilación

A pesar de sus 90 años y de una larga trayectoria en la enseñanza de varias generaciones, no goza del derecho a la jubilación. “Nada, ni una jubilación”, responde. Recuerda que en tiempos de Stroessner hacía los trámites, pero su expediente desaparecía. Ya en tiempos de la transición cada ministro que subía iniciaba las gestiones, pero luego eran cambiados sistemáticamente. En la actualidad es miembro del Consejo Nacional de Educación y Cultura, cargo ganado en concurso. “El trabajo es grande, pero el sueldo es miserable, no alcanza ni tres millones de guaraníes”. Se desempeña en ese cargo desde su casa, lo que le permitió editar cuatro libros en los últimos tiempos.

Su salud

Resck padece de artrosis, úlcera perforada en la boca del estómago, úlcera en el esófago, arritmia y coágulo en el corazón, le sacaron el intestino grueso, úlcera en el ojo derecho. Todo es a consecuencia de la vida agitada, los golpes, torturas y tratos inhumanos que recibió, según explicó.