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Alrededor de las 15:00 llegó al Cementerio del Este el cortejo fúnebre que acompañó a los restos de Carlos Colombino desde el Museo del Barro, donde era velado desde la noche del martes, en la sala que lleva su nombre, rodeado de algunas de sus obras destacadas.
Bajo la lluvia, Colombino fue despedido por artistas, intelectuales, políticos, amigos en general y familiares. La multitud reunida dio su último adiós al artista, con aplausos y lágrimas.
En el acto, primeramente habló el crítico de arte Ticio Escobar, exsecretario nacional de Cultura, hasta junio del año pasado. Habló sobre la obra de Colombino, que reseñó en tantas exposiciones y el protagonismo político que tenía hasta su último trabajo, “Curuguaty”, expuesto a fines del año pasado.
El sociólogo José Carlos Rodríguez describió a Colombino como un renacentista contemporáneo, al haber sobresalido en tantas áreas del arte y la cultura. También dijo que era un intelectual comprometido, que fue hospitalario con los perseguidos políticos, durante los años del stronismo.
Así mismo, destacó su lucha contra la pereza y el miedo, a través de su obra.
Seguidamente, la politóloga Line Bareiro leyó unas palabras escritas por el crítico y curador internacional de arte Roberto Amigo, así como también mencionó la necesidad de crear el Museo Nacional de Arte que había proyectado Colombino cuando era director de Patrimonio Nacional y Museos, durante el gobierno de Fernando Lugo.
En representación de la Asociación Paraguaya de Arquitectos, habló el presidente de dicha nucleación, Carlos González Rodas, quien le rindió un homenaje por la prolífica carrera en pro de la cultura de Colombino.
Finalmente, el crítico Miguel Ángel Fernández, como miembro de la Asociación Internacional de Críticos de Arte - Capítulo Paraguay, se refirió a la generación de artistas que pertenecía Colombino en los años sesenta y destacó su forma que tenía de expresarse, de no callar las injusticias y su capacidad de soñar por un país mejor.
Carlos Colombino falleció el martes 14, luego de sufrir cáncer durante varios meses. Tenía 75 años y estaba internado en el sanatorio Migone, luego de haber sufrido tratamiento en Buenos Aires. Su carrera artística comenzó en 1954, hace casi sesenta años.