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El Cerro León es un sitio sagrado para el pueblo ayoreo y sus líderes reclaman la protección del Estado paraguayo. Rechazan trabajos dentro del parque.
En los alrededores del Parque Nacional Defensores del Chaco, un grupo de inversionistas de Uruguay y algunos de Argentina se instalaron para montar proyectos de producción ganadera.
En total compraron un millón de hectáreas de monte. La selva que rodea al parque nacional está desapareciendo con celeridad, resultado de la implantación de pastura.
No faltan voces que señalan que la pastura genera tanto o más oxígeno que un monte, argumento que emplean para desacreditar la defensa de los bosques ante la ampliación de las fronteras de producción pecuaria.
Los defensores de la pastura como generadora de oxígeno nunca mencionan que la biodiversidad contenida en un monte es absolutamente superior a aquella que puede encontrar en un campo de pasto.
También ocultan que la destrucción de los montes lleva a la desaparición de especies que en muchos casos ni siquiera fueron estudiados por la ciencia.
La destrucción de la selva tiene como consecuencia la ruptura del equilibrio ambiental, la perdida de especies y ocasiona un colapso en la fauna silvestre.
Esta parte de la historia nunca relatan los defensores de la pastura como generadora de oxígeno.
El millón de hectáreas que se están destruyendo ocasiona la diáspora de la fauna silvestre hacia los montes que puedan quedar en pie, pero los refugios son esporádicos porque el avance de los topadores va reduciendo la posibilidad de huida.
Pero no solo los animales están huyendo, también los seres humanos. Los ayoreos que viven en condiciones silvícolas enfrentan el mismo problema: deben buscar refugio si quieren sobrevivir.
El Parque Nacional Defensores del Chaco se convirtió en el espacio obligado de convivencia de quienes huyen de la destrucción,
Enrique Dosapei, líder del pueblo ayoreo garaigosode, explicó que “nuestros hermanos que viven en condiciones silvícolas están dentro del Defensores del Chaco, allí se refugiaron porque cada día es más difícil vivir en los montes de los alrededores. Las topadoras no dan descanso y saben que están en peligro”.
Agregó que “encontramos huellas dentro del parque inclusive un árbol de donde intentaron extraer miel. Nos llamó la atención que se hayan arriesgado a salir hasta el camino. Esto habrá pasado porque quizás escasea la comida”.
Explicó que “la comunidad ducodegosode vive en la selva y rechaza el contacto con la sociedad nacional. En dos o tres oportunidades fueron forzados a salir y la experiencia tuvo mal resultado, terminaron muriendo de enfermedades porque no tienen anticuerpos”.
Los ayoreo silvícolas son guerreros que viven en la selva y al sentirse acorralados actúan con violencia, en procura de no ser atrapados. Saben que el contacto con un criollo puede ser su muerte y de todo el clan familiar.
Enrique Dosapei reclamó al Estado paraguayo protección para los ayoreos silvícolas. “Nuestros hermanos deben ser protegidos. Viven acorralados por las topadoras, los montes cada vez se reducen más y el proyecto de establecer una cantera en el parque nacional puede ser el fin de la comunidad ducodegosode”, expresó.
No dudó en señalar que “existen convenios que tienen que ser cumplidos. El Estado no puede abandonar a la comunidad ducodegosode y dejarlos librados a su suerte. El parque nacional es el último refugio que tienen y si allí ingresan para construir la cantera, van a morir”.
Los ayoreos tienes al Cerro León como un sitio sagrado. Alrededor de esta serranía se desarrolló la cultura de un pueblo guerrero que hasta bien entrada la década de 1960 tenía a mal traer al Ejército paraguayo.
Los ataques de los guerreros ayoreos a los campamentos de empresas petroleras que ingresaban en su territorio eran frecuentes.
Las emboscadas obligaron al gobierno de Alfredo Stroesser a reforzar la presencia militar ante el terror causado por estos guerreros.
Las enfermedades, la presión militar y el ingreso de misioneros terminaron por incluir a buena parte del pueblo ayoreo en nuestra sociedad.
Un grupo de silvícolas busca seguir viviendo en el monte, donde Horacio Cartes quiere abrir una cantera.
La Secretaría del Ambiente (Seam), a través de su Dirección de Asesoría Jurídica, presentó una denuncia formal contra personas innominadas por supuestos hechos de perjuicio a reservas naturales en el parque Defensores del Chaco.
La denuncia fue presentada ante la oficina del Ministerio Público en Filadelfia, Boquerón.
La carpeta fiscal Nº 134/15 tiene como carátula provisoria “Investigación fiscal sobre supuestos hechos punibles contra el medio ambiente”.
De acuerdo con el relato del Abog. Hugo Cañiza, asesor jurídico de la Seam, el pasado jueves un grupo de activistas por el medio ambiente pidió permiso a la secretaría de Estado para ingresar en el parque Defensores del Chaco y verificar si existía alguna irregularidad en el lugar; fueron acompañados por uno de los guardaparques y un funcionario de la Seam.
Durante el recorrido por los linderos de la reserva ecológica, se pudo constatar en zona de la Comunidad San Alfredo que los límites del parque fueron reducidos entre cinco a 10 metros, favoreciendo así a una propiedad lindante a la reserva.
Incluso se cambiaron los alambrados y mojones, relató el Abog. Cañiza. Contó además que a unos 15 kilómetros del puesto militar 4 de Mayo, por el camino que dirige al cuartel “Lagerenza’i”, se encontró la apertura de una picada paralela al camino que dirige al parque nacional Defensores del Chaco.
roque@abc.com.py