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El uniformado reconoció que en los departamentos de Amambay, Alto Paraná y Canindeyú existen casas de venta de armas clandestinas, algunas ya fueron clausuradas y otras están bajo investigación. Admitió también que el gobierno de EE.UU. canceló a inicios de año la exportación de pertrechos a nuestro país, debido a la exorbitante cantidad que se vendía anualmente, lo que llamó la atención por tratarse de una nación muy pequeña.
Según datos oficiales de Aduanas, en los últimos cinco años se importaron unas 650.000 armas desde nuestro país. Caballero aseguró que según registros de la Dimabel, unas 480.000 personas tienen carnet de tenencia, aunque este número puede ser engañoso porque la base de datos nunca se depuró, y en la lista pueden figurar hasta personas fallecidas.
Dijo que en total 116 firmas están autorizadas a importar, pero solo hasta 400 armas por año. Según los datos a los que tuvo acceso nuestro diario, muchas empresas superaban ampliamente esta cantidad.
Caballero aseguró que posterior a la cancelación de Estados Unidos de América se optimizaron los controles y en estos momentos funcionarios de la Dimabel están habilitados a realizar un control conjunto con los funcionarios de Vistas de Aduanas, para asegurarse que la carga que llega es la misma que fue aprobada por la institución.