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Los diputados liberales Sergio Rojas y Ramona Mendoza cuestionaron públicamente el pasado miércoles a colegas de bancada y autoridades del partido, ante la posibilidad de que sean sancionados y por las denuncias que hicieron a sus espaldas, debido a su ausencia en la sesión en que se definió la no intervención de la Comuna de Ciudad del Este.
Rojas justificó su ausencia, señalando que había programado un viaje familiar 5 meses antes y que inclusive planeó volver, en aquel entonces, antes de la sesión habitual de los jueves. El inconveniente fue que en ese lapso se cambió el día de sesión a los miércoles.
Señaló que quienes pidieron su expulsión del partido son los mismos proyectistas de la concesión a Tape Porã, un proyecto del Ejecutivo que, según Rojas, someterá por 50 años a los departamentos del país.
Denunció que en la Cámara de Diputados, desde 2013 hay un cogobierno entre el actual oficialismo de su partido y el cartismo.
Por su parte, la diputada Mendoza calificó de irresponsables y de no “tener bien puestos los pantalones” a sus colegas liberales que hicieron acusaciones a sus espadas sin pruebas, como la de que había recibido US$ 50.000 para ausentarse en la sesión que trató el caso Ciudad del Este. Pidió a sus acusadores que le digan dónde está ese dinero para poder festejar el día del niño en Concepción.
Intentarán un diálogo
El diputado Jorge Ávalos Mariño, líder de la bancada liberal unificada, dijo que conversará con sus colegas disgustados y confirmó que los seis que estuvieron ausentes el día del caso Ciudad del Este pidieron permiso y no participar de las reuniones de bancada.