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Cuando se conoció la información de la liberación del joven (18), los miembros de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) llevaron de inmediato a Abrahán Wiebe y a su esposa Katherine, junto a su hijo Franz. Paralelamente, otros integrantes de la FTC rodearon la casa familiar y un tercer grupo fue a realizar un rastrillaje en la zona, que resultó infructuoso, ya que no se halló a miembro alguno del EPP.
El reencuentro de los padres con el hijo que estuvo en cautiverio, fue un momento lleno de emoción. Seguidamente subieron a Franz al vehículo de la FTC y lo llevaron a la casa.
El entusiasmo creció entre los colonos cuando el vehículo de la FTC, guiado por el comisario principal Gilberto Fleitas, jefe del área Antisecuestro, a cuyo lado iba la madre y detrás Franz con su papá, llegaron a la vivienda de los Wiebe.
Fue un momento casi de fiesta popular. Algunos pobladores contaron que ya estaban en la cama y que se levantaron para ir a recibir al joven, otros dejaron el asado que compartían.
Adultos, niños y jóvenes se agolparon para saludarlo. Los que pudieron ingresar fueron solo los referentes de la zona.
Todos coincidieron en que Franz estaba bien, muy contento al igual que su familia.
“Para nosotros es primordial que esté en buen estado de salud y proveerle de ayuda psicológica”, dijo Víctor Urdapilleta, vocero de la FTC.
En los primeros minutos Franz recibió la visita de los padres del exsecuestrado Abrahán Fehr. No trascendió la conversación, pero si se pudo ver a la mamá romper en llantos al retirarse.