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Sus superiores le dijeron que iban a gestionar ante el Ministerio de Hacienda donde pretextaron “falta de presupuesto”.
Con un bebé de pocos días, que fue concebido por su esposa el 4 de enero pasado a través de un procedimiento de inseminación artificial, el policía ya no puede caminar porque las esquirlas de la bomba le dañaron su columna.
En una entrevista publicada por ABC el domingo, Fariña dijo que con el nuevo habitante de su hogar necesita más que nunca que le devuelvan los 700.000 guaraníes mensuales que sorpresivamente le dejaron de pagar hace ocho meses.
Usuario de una vivienda de alquiler y casado hace un año, Fariña gana poco más de G. 3 millones, incluidos UBA y por exposición al peligro. Aparte recibe un plus de G. 1.450.000 por el servicio prestado en las fuerzas especiales que combaten al grupo criminal y también percibía 700.000 guaraníes como herido sobreviviente en combate.
La suma sin embargo le fue recortada sin aviso previo.