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En la Secretaría Nacional de la Vivienda y el Hábitat no solo se inflaba la cantidad de cupos de combustibles para su posterior uso discrecional, sino también inflaban el consumo que supuestamente tenían los vehículos, para acceder a más vales de combustibles.
En la orden de trabajo emitida el 21 de noviembre de 2014 (ver infografía) y firmada por el exdirector de Bienes y Servicios sumariado Miguel Ángel Méndez, se consignaba que el vehículo Foton (modelo Ollin) con chapa BGS 366 tenía un consumo de 35 litros de combustible por cada 100 kilómetros de recorrido, pero en otra orden emitida esa misma fecha y para ese mismo rodado constaba que el camión tenía un consumo estimado menor, de 23 litros por cada 100 kilómetros.
Ese detalle también captó la atención de los investigadores, quienes manifestaron que era imposible que un vehículo tenga esa capacidad de consumo ya que se trata de camiones utilitarios con tanques de combustibles de unos 100 litros como el tipo indicado y con un consumo promedio de entre 10 a 18 litros como máximo por cada 100 kilómetros.
GPS a móviles
El director jurídico de Senavitat, Enrique Mercado, expresó además que la cantidad máxima de cupos de combustibles emitidos por la administración llegó a 36, para un recorrido de una semana que abarcó Concepción, Canindeyú, Chaco y Coronel Oviedo, pero en varias órdenes de noviembre de 2014 figuraban 78 cupos de combustibles para un recorrido de 1.952 kilómetros. Buenos Aires, Argentina, se encuentra a unos 1.260 kilómetros de distancia de Asunción, lo que también hace presumir que inventaban la distancia a recorrer. A raíz de estas irregularidades se instalaron en los móviles sistema GPS y se ordenó que los cupos que no fueron utilizados sean devueltos, algo que no se hacía antes.