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El 9 de octubre de 2014, Francisco Feliciano Duarte se “presentó” en la Municipalidad de Minga Guazú para solicitar el detalle de cuentas de una finca ubicada en el kilómetro 20 de la ruta internacional.
En el documento emitido por el municipio se puede leer que la solicitud fue presentada por Francisco Duarte, con cédula Nº 61417; la verificación del documento permitió comprobar que corresponde a Francisco Feliciano Duarte.
Francisco Feliciano Duarte murió el 27 de junio de 2000, fue enterrado al día siguiente en el cementerio de La Recoleta y el velatorio fue en Parque Serenidad.
Llevaba 14 años enterrado y aparece en la Municipalidad de Minga Guazú un pedido realizado por Francisco Duarte.
Hasta suena absurdo escribir que es imposible que Francisco Feliciano Duarte se haya presentado en Minga Guazú ni en ninguna otra parte.
“Resucitaron” un muerto
Enrique “Kike” Sarubbi es el responsable de la estafa procesal que permitió “resucitar” a Francisco Feliciano Duarte y probablemente haya sido él quien llegó hasta Minga Guazú a pedir documentos en nombre de su suegro muerto.
Sarubbi demandó a su suegro muerto por “cumplimiento de contrato”; con ayuda del juez Manuel Saifildin Stanley y el abogado Guillermo Montiel tuvo en sus manos la sentencia 259 que permitió la elaboración de un título de propiedad judicial.
El título judicial se ubica sobre un inmueble de 20 hectáreas, en Minga Guazú, cuyo propietario legítimo es Inmobiliaria HB SA.
Inmobiliaria HB SA fue desalojada del inmueble y “Kike” Sarubbi tomó posesión de la finca como si fuera verdaderamente un propietario real. El documento que tiene en sus manos lo ganó en juicio contra un muerto.
Acción de interdicto
“Kike” Sarubbi inició en el juzgado de Máxima Meza una acción de interdicto para “recuperar” la posesión del inmueble.
En el escrito que presentó ante la magistrada no se encuentra una sola prueba que pueda demostrar que alguna vez tuvo posesión del predio.
Sin aval alguno pidió recuperar la posesión y la jueza Máxima Meza concedió el pedido: el 12 de febrero recibió la solicitud y el 13 de febrero estaba listo el desalojo de Inmobiliaria HB SA.
El mandato de desalojo se implementó el 19 de febrero. Una semana fue suficiente para que la orden de Máxima Meza se cumpliera sin que la magistrada haya escuchado a la parte afectada para verificación de documentos.
Violando todos los recaudos establecidos en la ley para acciones de interdicto, la jueza Máxima Meza entregó a “Kike” Sarubbi el inmueble al que accedió luego de ganar un pleito judicial a un muerto.
En Ciudad del Este se habla con insistencia de que el financista de la estafa montada por Sarubbi es Estanislado Franco de Oliveira, conocido como “Chilao” en la región.
Existen fuertes sospechas de que “Chilao” es uno de los principales contrabandistas de electrónicos en Ciudad del Este.
No se puede descartar la posibilidad de que la jueza Máxima Meza haya aceptado sobornos de Sarubbi para recibir la posesión del inmueble sin que existiera prueba alguna de que alguna vez haya tenido la posesión del lugar.
¿Justicia? ¡Bien gracias!
roque@abc.com.py