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La Junta de Gobierno, desde las internas de julio del 2015, siempre funcionó con una mayoría de miembros de movimiento Honor Colorado, corriente encabezado por el expresidente de la República Horacio Cartes y que hasta hoy mantiene una amplia mayoría en la conducción colorada.
Los abdistas (Colorado Añetete, liderado por el mandatario Abdo Benítez) no habían ocupado cargos que les correspondían en la Junta, con el argumento de que el cartismo les negó los lugares que ellos se merecían en la comisión ejecutiva de la conducción partidaria.
Hasta las elecciones generales últimas, en que Mario Abdo Benítez llega al poder, la ausencia de los abdistas nunca fue un problema para que los cartistas condujeran la Junta.
Los dirigentes de Honor Colorado ahora sostienen que no vale la pena reunir a la cúpula colorada, y de hecho no lo han hecho desde hace meses, sin la presencia de los miembros de Colorado Añetete.
Argumentan que la Asociación Nacional Republicana (ANR) no puede tomar posición sobre temas importantes, tanto a nivel partidario como nacional, sin contar con su sector interno que actualmente ejerce el gobierno del país.
Sin embargo, dejar a la Junta sin funcionamiento institucional no es más que una estrategia de presión de los cartistas para conseguir que los abdistas acepten un acuerdo político, que más bien apuntaría a un pacto de no agresión a cambio conseguir la impunidad de varias figuras claves del movimiento de Cartes, según se especula dentro del oficialismo.
Persecución
El cartismo sigue denunciando presuntas persecuciones políticas a sus exponentes y pide unidad partidaria, que no sería otra cosa que un pacto para no seguir con las investigaciones judiciales contra las figuras de ese sector político que hoy están en la mira de la justicia.
Para muchos, esta unidad no sería más que un pacto que “salve” a prominentes figuras de Honor Colorado, como el clan que encabeza por Javier Zacarías Irún, investigado por enriquecimiento ilícito, pesquisas que actualmente están paradas en el plano judicial.
También en Colorado Añetete hay políticos que apoyan la idea, bajo la fachada de la unidad, de lograr un acuerdo de impunidad ante la justicia que avanza en las investigaciones abiertas contra ellos.
El presidente de la Cámara de Diputados, Miguel Cuevas, por ejemplo, es uno de los abdistas investigados, y cada vez más comprometidos con la justicia, en su caso, por supuestos malos manejos cuando era gobernador de Paraguarí, donde se lo acusa de lesión de confianza y enriquecimiento ilícito en la función pública.
Por de pronto, no hay avances entre los bloques mayoritarios de la ANR en busca de la unidad partidaria, y tampoco se ve cercana una cumbre entre Mario Abdo Benítez y Horacio Cartes. Esta supuesta reunión entre ambos al parecer no pasó de ser un rumor que vino de las carpas del cartismo.