La familia Fick clama recuperar a Arlan durante esta Semana Santa

PASO TUYÁ, Dpto. de Concepción (Iván Leguizamón, Fernando Romero y Aníbal Céspedes, enviados especiales). Los padres de Arlan, los colonos brasileños Alcido Fick y Melania Bremm; sus hermanas Neusa, Solange y Rosinei, así como las parejas de estas y sus hijas, soportan desde el pasado miércoles 2 de abril una angustiante espera por la liberación del menor.

Ayer, la familia Fick seguía manteniendo una férrea esperanza en que los miembros del EPP se sensibilicen en esta Semana Santa y cumplan su palabra de liberar a Arlan, especialmente después de que sus padres ya cumplieran con las dos exigencias que hicieron los delincuentes: hacer difundir un video y entregar víveres en dos comunidades.

Las esperanzas de la familia Fick se basan en que en el mensaje dejado por los secuestradores, el jueves último, el EPP anunciaba textualmente que “una vez cumplidas estas exigencias, su familiar será inmediatamente liberado”.

Dos días después, el sábado último, el señor Alcido Fick terminó de entregar las provistas en el asentamiento Nueva Fortuna de la localidad de Kurusu de Hierro, “en nombre del teniente Coco” (por Bernardo Bernal Maíz), y en el asentamiento Núcleo 6 de la localidad de Arroyito, “en nombre del camarada Víctor” (por Claudelino Silva Cáceres), tal como lo exigió el EPP.

Sin embargo, a cinco días de que la familia cumpliera con las peticiones de la banda, el grupo aún no se manifiesta ni tampoco libera a Arlan, lo que agudiza aún más la angustia y el dolor de su familia.

El EPP, grupo criminal que dice luchar por los pobres, finalmente lo único que gana con este tipo de acciones es el repudio de la ciudadanía y el descrédito de su supuesta “convicción”.

Pese al ambiente de incertidumbre, toda la comunidad de Paso Tuyá y los elementos de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) permanecen expectantes a la resolución del plagio, que fue materializado en la noche del pasado 2 de abril, cuando el primer anillo del EPP tomó por asalto un retiro de la estancia “Casa Blanca” y el silo de la familia Fick Bremm, de donde llevaron a Arlan.

De momento, los organismos de seguridad otorgaron una especie de “tregua” a los criminales, para instarlos a dejar en libertad al menor, lo que hasta ahora no ha ocurrido.

Cadenas de oración se llevan a cabo en el Norte por la liberación del adolescente.