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El parlamentario pidió que el proyecto sea estudiado en comisiones, dictaminado y tratado en plenario en los próximos treinta días. Los legisladores hasta ahora no quieren analizar el texto porque primero desean discutir ampliamente dentro de la sociedad antes de iniciar su estudio.
En su proyecto, Balbuena propone despenalizar todo tipo de drogas y establece una distinción entre las que serán consideradas para consumo y las que serán entendidas como tráfico.
Para ello propone una discriminación basada en la cantidad. Establece que “la droga para tráfico y comercialización ilícita será considerada toda aquella que exceda las 50 plantas de drogas naturales o los 2 gramos de drogas sintéticas”.
Dispone que la “posesión de droga en pequeña cantidad será considera aquella que oscile entre un gramo y 2 gramos de droga sintética y entre 6 a 50 plantas de drogas naturales”.
Deja sentado también que el consumo de drogas se considera “un acto de decisión propia no sujeto a ataques personales ni sociales, que deberá ser respetado y garantizado a todos los individuos que se encuentren en el territorio nacional sea en carácter permanente o transitorio”.