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De hecho a Almirón se lo ve constantemente y en horario laboral ocupándose de la representación legal del Partido Colorado, además de ser uno de los pilares en la campaña y defensa del proyecto de reelección del presidente Horacio Cartes.
Almirón gana casi G. 60 millones mensuales, según figura en los registros de Yacyretá, y es uno de los políticos influyentes y privilegiados en la central energética, nos aseguran.
No asistir a su lugar de trabajo no le preocupa al apoderado legal de la ANR porque vive en la impunidad que la otorga su vinculación, su servicio u obsecuencia a poderosos políticos, entre ellos el mismo presidente Horacio Cartes.
Las binacionales de hecho son grandes benefactores de políticos y de leales de estos. Reciben jugosos salarios sin necesidad de asistir a sus lugares de trabajo. Nadie les controla, no hay sanciones y la crítica les resbala.
Mientras gran parte de la población sigue apoyando con sus votos a políticos que manejan a su antojo y beneficio los recursos público, seguiremos teniendo varios “planilleros de oro” en las binacionales y otras entidades públicas.
Almirón es uno de los fervientes defensores de la intención cartista de habilitar por la enmienda constitucional la figura de la reelección presidencial, mecanismo que la misma Carta Magna prohibe. Otra fanática de la reelección es María T. Peralta, directora de PTI, de Itaipú, que también gana unos buenos millones, como para jugarse por el rekutu.