Politóloga asegura que Morales potencia las FF.AA. para perpetuarse

-¿Cuál es su análisis de lo ocurrido en Paraguay?

-Yo creo que Paraguay es una pieza más de un rompecabezas bastante más grande que tiene que ver con el proyecto de la “alianza bolivariana” en América Latina. Tiene que ver con cómo se ha ido avanzando no solamente a partir de un plan diseñado desde el foro de Sao Paulo para tomar los gobiernos sino, por supuesto, los organismos preexistentes, como la OEA y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Se los utiliza si son funcionales o se los descalifica si no lo son.

Lo ocurrido en Paraguay es planteado por ellos como intentos de desestabilización “desde el imperio”, así como ocurrió con el caso Zelaya en Honduras. Los problemas locales no precisamente tienen un origen local. Forman parte de proyecto transnacional que se ha estado operando en los últimos 15 años.

-¿Empujan desde afuera?

-Claro. Por ejemplo, en esta declaración del foro de Sao Paulo, que se desarrolló en Caracas, en julio, se declaró su apoyo al Frente Guasu y algún otro frente adicional que no recuerdo el nombre... El apoyo no es simbólico solamente. La receta chavista-cubana funcionó en Bolivia en forma exitosa.

Tomó la mitad del tiempo que en Venezuela. También en Ecuador, pero no al ritmo de Bolivia...

-¿Están experimentando con nuestros países?

-Yo creo que Bolivia es fundamental por su ubicación geopolítica. Tiene fronteras con los países y las economías más importantes. Tenemos la frontera más grande con Brasil, con Argentina, con Chile, con Perú y el Paraguay. Exportar al resto de la región este modelo que fue tan exitoso en Bolivia es fundamental. Por supuesto, es más fácil penetrar en países de economías más pequeñas, con democracias débiles que penetrar Brasil por ejemplo. Ha penetrado hasta en Argentina, no solo a través de Cristina Fernández de Kirchner, sino también de su esposo Néstor Kirchner.

-¿No estaba en el programa la destitución de Lugo?

-No estaban en el programa ni la destitución de Lugo ni la de Zelaya ni el cáncer de Hugo Chávez. Es decir, hay muchas cosas que ellos han buscado avanzar y lo han hecho. Pero de dos años a esta parte (los bolivarianos) han ingresado en una etapa de desgaste. Sucesos como los de Paraguay son golpes durísimos. El hecho de que Ollanta Humala no se haya adherido al Alba (Venezuela, Cuba, Ecuador, Bolivia y Nicaragua) es un golpe durísimo también. El proyecto bolivariano no es solamente ideológico. Es un interés de mantener modelos autocráticos permanentes, como ha sucedido en Cuba.

El objetivo central es la reproducción del poder. Lo que ha hecho Paraguay fue ponerle freno a los abusos, a los atropellos contra las constituciones que se han cometido en casi todos los países del Alba. 

No han podido con Paraguay ni lo han podido mantener en Honduras. Aquellos países donde los gobiernos y las autoridades preservan el estado de derecho y cuidan la ley y la Constitución son los obstáculos al avance del proyecto chavista.

-En Paraguay hay preocupación por el armamentismo boliviano, la hipótesis de un nuevo conflicto impulsado por Morales...

-No creo en eso. No podemos desconocer las guerras y las fisuras que ha habido en nuestra historia. En mi país, la percepción negativa generalizada y el asunto pendiente con la historia es el Pacífico. Es Chile. Pensar en el Chaco no es un sentimiento generalizado. Yo no veo en el imaginario colectivo boliviano un rechazo al paraguayo.

-Se habla de consignas a las tropas, como que “el Chaco es nuestro”...

-Eso no tiene que ver con el Paraguay. Eso tiene que ver con el modelo, de mantener felices a las tropas y cercanos a los mandos, siguiendo las lecciones del modelo chavista-cubano. En el fondo, desde mi punto de vista, tiene que ver más con la seguridad interna. El hecho de hacer cuarteles en la frontera tiene que ver con que en esos departamentos (fronterizos Tarija y Santa Cruz) hay gobernadores y líderes políticos de la oposición que son obstáculos para Morales. La formación de milicianos civiles tiene por objetivo más bien tener una fuerza militar que evite toda posibilidad de oposición o alternancia. Tenía más que ver con la presencia de Mario Cossío (exiliado en el Paraguay) en la gobernación de Tarija, por ejemplo.

-Esa hostilidad de Morales de retirar su embajada en forma abrupta...

-Hay que comprender que hemos tenido en decenas de oportunidades una serie de impasses en lo interno y en lo externo por la falta de mesura de Morales. Nos ha pasado con Paraguay, con Chile, con España y mil veces con Estados Unidos. La palabra aguanta todo y parece que el presidente a veces está tratando de probar hasta dónde está dispuesto a aguantar la palabra. Creo que más bien son recursos simbólicos para tratar de lograr una ascendencia sobre las FF.AA., que han sido golpeadas en su institucionalidad en estos años.

-¿Golpeada en qué sentido?

-La arenga ha sido cambiada a “Patria o Muerte”, que es la que utilizó el Che Guevara en Bolivia cuando se enfrentó a las FF.AA. de Bolivia. Eso muestra que hay unos cambios en la doctrina militar que van exactamente en contra de lo que históricamente han tenido como institución las FF.AA.

Definitivamente no tengo ningún dato para pensar siquiera en una iniciativa irracional del presidente Morales, a pesar de todas las sorpresas que nos suele dar. Más bien la preocupación es su sociedad con Irán, que tiene sanciones internacionales por temas de terrorismo y que se encuentra en un proceso de enriquecimiento de uranio. Precisamente han firmado acuerdos como el de encargarles a los iraníes un mapeo mineralógico de Bolivia. Eso es lo tremendamente preocupante y peligroso.

Lo desgasta muchísimo a Bolivia. Nos pone en un escenario de relaciones internacionales completamente adverso al que teníamos en los últimos años.

-¿Cómo ve posible que Paraguay autorice una base militar norteamericana en el Chaco?

-El Paraguay es soberano. Pero nuestros pueblos y nuestros gobernantes deberían encontrar formas de comunicación que no pasen por la instalación de bases militares ni propias ni ajenas. No es ese el mundo soñado por el que vivimos.