Sigue la fuerte disputa por presidir el Senado en el último periodo

La disputa por la presidencia del Senado en el último año de esta legislatura se potenció por la cantidad de bancadas que existen actualmente y por la decisión del Frente Guasu de negociar en forma independiente, sin estar atado estrictamente al bloque que apoyó la enmienda. Fernando Lugo (FG), Blas Llano (PLRA), Óscar Salomón (ANR) y Jorge Oviedo Matto (Unace) aparecen como los candidatos que pugnan por el cargo.

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La próxima semana se definirían las negociaciones sobre la nueva mesa directiva del Senado cuyo mandato irá del 1 de julio de 2017 al 30 de junio de 2018. Según el reglamento interno, la elección debe hacerse entre el 15 y 30 de junio de cada año.

En principio, parecía un hecho que el bloque mayoritario que aprobó la inconstitucional reelección vía enmienda definiría la conducción de la cámara en su último año de mandato.

Sin embargo, el Frente Guasu (FG) anunció que aspiraba presidir el Senado, con una agenda legislativa de por medio y se consideró libre de negociar con todos los sectores. Esto motivó la apertura del diálogo y el surgimiento de varios candidatos de otros sectores políticos en búsqueda de lograr los 23 votos necesarios.

El oficialismo, por boca de Juan Darío Monges y Lilian Samaniego, anunció que respaldaban la candidatura de Jorge Oviedo Matto (Unace), sector que se mostró siempre leal al cartismo.

En tanto, la disidencia del PLRA planteó la candidatura de Blas Llano, que ya ocupó el cargo en el periodo 2014/2015.

Del lado de la disidencia colorada, el candidato con intenciones de presidir la cámara es el senador Óscar “Cachito” Salomón. La dificultad de su candidatura es que solamente contaría con el respaldo de su bancada y los sectores que se aliaron en contra de la enmienda, es decir, la bancada “B” del PLRA (efrainismo), el PDP, Avanza País y el independiente Eduardo Petta, con los cuales reúne 20 votos.

En tanto, el problema de Oviedo Matto, según las consultas realizadas con otros sectores, además de su poco peso como bancada (solamente tiene dos integrantes) es su fuerte identificación con el cartismo, lo cual solamente le asegura el respaldo de la bancada oficialista.

La candidatura de Llano depende de la predisposición del FG, que precisamente reclama la Presidencia en este último periodo.

En este panorama, el FG cuenta con los votos decisivos (se requieren como mínimo 23 votos) para definir en esta oportunidad los cargos de la mesa directiva.

La dificultad es que el sector liderado por el expresidente Lugo quiere al mismo tiempo acordar una agenda legislativa con sus aliados que contiene varios puntos polémicos: el impuesto a la exportación de granos en estado natural, una ley de hidrocarburos, el aumento del impuesto del tabaco, la ley contra toda forma de discriminación, entre otros.

Según trascendió, las mayores posibilidades para que el FG tenga la presidencia del Senado estarían a través de un pacto con el oficialismo y los llanistas.

Sobre la agenda legislativa, existe un principio de acuerdo, aunque su cumplimiento se verá dificultado por el ambiente electoralista que habrá en este periodo.

Buscan gobernabilidad

El objetivo principal del oficialismo en este último periodo es asegurar la gobernabilidad, teniendo en cuenta que será un año netamente electoral, con las internas de todos los partidos previstas para el 17 de diciembre y las elecciones generales del 22 de abril de 2018. El Frente Guasu, que sin la reelección tiene pocas perspectivas de aspirar a disputar la presidencia de la República, sería una alternativa, según admitieron senadores cartistas consultados. En tanto, si Lugo logra acceder a presidir el Senado, le daría oportunidad de recuperar protagonismo político, luego del golpe que significó el rechazo de la enmienda mau en el Congreso.

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