Dalí: Travesía surreal

El Museo Dalí “ha sido el corazón no oficial de las bellas artes en el área de Tampa Bay desde su apertura en 1982″, reza la descripción en su sitio oficial.

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“La inauguración del nuevo edificio en enero de 2011 ha contribuido al renacimiento cultural, un movimiento que ha experimentado una explosión de instituciones y espacios artísticos que pueden disfrutar tanto los residentes como los visitantes del destino”, agrega.

El Enigma

Según cuenta la historia, el nacimiento del museo fue a instancias de miembros de la comunidad que se reunieron para establecer en el lugar la colección de la obra del español Salvador Dalí perteneciente a los esposos Eleanor Reese Morse y Reynolds Morse.

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Pero no fue hasta 2011 que se inauguró el peculiar edificio diseñado por el arquitecto Yann Weymouth de HOK, quien inspirado por la impronta de Dalí, combinó lo racional con lo fantástico.

“Un rectángulo simple con paredes a prueba de huracanes de 18 pulgadas de espesor de las cuales emerge una gran geodésica de forma libre, burbuja de cristal conocida como El enigma”, refiere la reseña oficial.

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Se trata de una estructura compuesta por 1.062 piezas triangulares de vidrio, mide 22,86 metros en su punto más alto, “un homenaje del siglo XXI a la cúpula que adorna el museo de Dalí en España”.

“En el interior, el museo alberga otra característica arquitectónica única, una escalera helicoidal, que recuerda la obsesión de Dalí por las espirales y la forma de doble hélice de la molécula de ADN”.

En el museo se guardan 2.400 piezas de arte pertenecientes a Dalí, entre esculturas, joyas, pinturas y otros. Las exhibiciones tienen por objetivo compartir la cultura de un tiempo y brindar un acceso amigable a los visitantes a las diversas obras que han marcado una época en el arte surrealista mundial.

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En cuanto a su estructura, el edificio consta de tres pisos. En el primero se encuentra la tienda de recuerdos que según la descripción representa “la mayor colección de objetos inspirados en Dalí en el mundo”.

Un lugar más que mágico es el Café Gala, con comidas temáticas españolas, tanto en el interior como al aire libre. También hay un teatro en el que se muestran cortometrajes sobre Dalí y otras películas. En él también tienen lugar conciertos y conferencias especiales. También hay una sala de exhibiciones de otros artistas. En el segundo piso se encuentra el Centro de Vanguardias del Museo Dalí así como las oficinas administrativas.

En el Centro se encuentran recursos para estudiosos del artista que quieren profundizar en su legado. Entre tanto, en el tercer piso se hallan las salas de exhibición de arte. En medio de las dos alas principales (James Family Wing y The Hough Family Wing) se encuentra el mirador con una vista de los jardines y el paseo marítimo a través de El enigma.

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Se pueden ver entre otras obras El teléfono langosta, creado en 1938, una analogía entre la comida y el sexo. También la escultura de la Venus de Milo con cajones. “Dalí se inspiró en la interpretación psicoanalítica de los sueños de Freud”, dice la descripción.

Otra obra es la pintura Galacidalacidesoxiribunucleicacid, que representa tanto su interés por la ciencia moderna como su conocimiento de los acontecimientos de la época.

También El torero alucinógeno, que simboliza las “modernas invasiones turísticas del Cap de Creus que ni las moscas de San Narciso han podido detener”. Así, en esa inmersión surreal, el visitante sale empapado de un mundo artístico cuyas formas y colores pueden encontrarse en cualquier parte con un poco de inspiración e imaginación.