Arte en la naturaleza

En medio de la naturaleza, en la cima del cerro de Atyrá, se erige la peculiar Galería de Arte Yryvukeha, del artista Miguel Ángel Alarcón Pibernat. Allí, en medio de piedras y jardines que atraen mariposas, se abre un espacio para los pintores paraguayos.

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Los artistas encontraron en la naturaleza el espacio ideal para exponer sus trabajos. Un lugar que, a su vez, surge como una nueva vía para la sensibilización medioambiental, de manera que el público redescubra el paisaje, la naturaleza y se sienta parte. Hablamos de Yryvukeha o La Casa Alta.

El espacio fue diseñado y construido en medio de piedras, con detalles de maderas, hierros, vidrio, botellas y mucho material reciclado. De esta manera, el artista Miguel Ángel Alarcón pretende ofrecer a su comunidad “arte en su mayor expresión, con sencillez y sutileza, fuerza y dulzura, ilusión y pasión, amor”.

Cada rincón ofrece una particularidad. Se destacan en uno las maderas, las botellas. En otro, una vieja bicicleta. En otro, un jardín y, en otro más, talento que aflora desde las chatarras o raíces, pero en todo el espacio no faltan los trabajos del artista Alarcón Pibernat... El mercado de Tobatí, La carreta de los oleros y El almacén son temas que trazaron al óleo sus pinceles.

También se destaca pintando sobre vidrio o realizando figuras con alambre o raíces. “Me gusta el arte en todas sus formas de expresión. Siempre estoy listo para crear. Todo lo que llegue a mis manos o me inspire convierto en una obra, y este ambiente es absolutamente motivador, estimulante”, asegura.

Su formación se dio en la escuela de Bellas Artes de la Universidad Nacional, en la que estudió Dibujo, Pintura y Escultura, con los profesores Roberto Holden Jara, Ofelia de Kunos, Pollarolo, Laterza y otros. Desde 1980 incursionó en el arte, trabajando al óleo; su técnica, principalmente impresionista, muestra temas costumbristas. Además, realizó varias exposiciones individuales en importantes galerías de arte, como Viejo Galpón, Marsal, Pequeña Galería, Galería Retratos, Dirección General de Turismo, Casa Argentina, Ateneo Paraguayo y también numerosas muestras colectivas.

Colaboró con su creatividad para convertir a la ciudad de Atyrá en “la más limpia del país”, con obras como El Portal de Atyrá, El Paseo Peatonal, el diseño de la escultura del Indio José, entre otras. “También me desempeñé como jefe de Diagramación, ilustrador y dibujante humorístico durante los primeros diez años del diario ABC Color; además, fui creativo publicitario de renombradas agencias, como McCann Erickson y J. W. Thompson”, cuenta orgulloso.

La galería apunta a convertirse en un centro cultural en el que los artistas puedan manifestarse libremente en cualquiera de los estilos que se destaquen. También servirá para eventos artísticos, lanzamientos de libros, jornadas culturales, charlas educativas y otros acontecimientos. “El lugar es mágico. Las puertas están abiertas para todos los virtuosos”, invita.

Agrega que los visitantes pueden apreciar un amplio sentido ecológico en el reciclado al máximo a un nivel de reinvención de las cosas, en el que una botella vieja deja de ser basura para convertirse en parte integral de un muro de una obra artística. “Este lugar es una herencia familiar que lo concebí como hogar y galería a la vez. Todo el local, para mí, es una obra de arte que se convierte en una sala para exponer cuadros y trabajos artesanales”, explica Alarcón.

Así, la acción y el pensamiento del artista se trasladan al espacio natural, mezclando su obra con un escenario tan particular, reinterpretando un pedazo de tierra o “bosque”. ¿El nombre? El artista explica que el santuario natural es elegido por los cuervos como lugar de descanso, animados, claro, por el artista, quien alimenta a las aves. “Desde acá, ellos tienen la visión de todo lo que ocurre en la zona de Atyrá. Un día vinieron, se posaron en la baranda y ahora son asiduos visitantes; son tres. En cada atardecer les alimento; forman parte del paisaje”, confiesa riendo. En fin. Allá, en la ciudad de Atyrá, en lo alto del cerro se conjugan arte y ecología. Hay un espacio para que los artistas se expresen, despertando en el espectador el placer de observar en un entorno natural. Sin duda, un particular escenario para apreciar, disfrutar y valorar el arte.

ndure@abc.com.py

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