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"Si los españoles habláramos solo y exclusivamente de lo que sabemos, se produciría un gran silencio que nos permitiría pensar".
Manuel Azaña (1880-1940). Presidente de la República española.
"No solo de pan vive el hombre. De vez en cuando, también necesita un trago".
Woody Allen. Actor y director estadounidense.
"Francisco Solano López era un hombre de complexión colérica; impulsivo, temerario e inconsciente. Era por temperamento y por educación déspota y altanero, de voluntad imperiosa, muy acostumbrado a mandar y a ser acatado y complacido en sus menores caprichos. Reñido con la libertad y con la ilustración, comprimió más fuertemente la manifestación del pensamiento, encarceló a los hombres que no adulaban su poder y convirtió a los sacerdotes en inquisidores de las conciencias y en voceros de su odioso despotismo".
Cecilio Báez (1862-1941). Presidente del Paraguay, diplomático y académico.
"Un buen periódico es una nación hablándose a sí misma".
Arthur Miller (1915-2005). Dramaturgo estadounidense.
"Querría que el mundo entero fuese mi enemigo. Las personas inteligentes que están contra mí son muy estimables. Lo peor, lo terrible, son las personas tontas que me defienden".
Salvador Dalí (1904-1989). Pintor español.
"Quien no quiere pensar es un fanático; quien no puede pensar es un idiota; quien no osa pensar es un cobarde".
Sir Francis Bacon (1561-1626). Filósofo y estadista británico.
El 10 de diciembre de 1828, el Dictador Perpetuo, Gaspar Rodríguez de Francia, escribe a su Delegado de Itapúa, Ramírez, quejándose por lo que asegura ser su permanente necesidad de supervisar hasta los más mínimos detalles políticos, administrativos y domésticos del país. El texto da cuenta de las profundas convicciones mesiánicas del gobernante.
"Aquí quando recibí este desdichado Gobierno, me encontré de quenta de Tesorería, ni dinero, ni una vara de género, ni armas, ni municiones, ni ninguna clase de auxilios, y no obstante hé estado y estoy sosteniendo los crecidos gastos, la provisión, y apresto de artículos de guerra que demanda el resguardo y seguridad general á mas costosas obras y faenas á fuerza de arbitrios, de mañan, de diligencia aun con otros Payses, y de un incesante trabaxo y desvelo supliendo por oficios y ministerios que otros debían desempeñar en lo civil, en lo Militar y hasta en lo mecánico, recargado por esto aun de ocupaciones que no me corresponden, ni me eran decentes, todo esto por hallarme en un País de pura gente idiota, donde el Gobierno no tiene á quien volver los ojos, siendo preciso que yo lo haga, lo industrie, y lo amaestre todo por sacar al Paraguay dela infelicidad y abatimiento en que há estado sumido por tres siglos".
Fuentes: Resumen de la Historia del Paraguay desde la época de la conquista hasta 1880. Cecilio Báez. Talleres Kraus. 1910. Pág. 139.
La vida solitaria del Dr. José Gaspar de Francia. Justo Pastor Benítez. Biblioteca Bicentenario. 2010. Pág. 203.
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Diccionario Océano