El hijo de la novia

“El tema de esta obra es el amor”, afirma José Luis Ardissone, quien, junto con Myriam Sienra, dará vida, en su versión teatral, a los personajes de la exitosa obra ganadora de un Óscar, El hijo de la novia, de Juan José Campanella y Fernando Castets, en adaptación para teatro de José Antonio Vitoria y Garbi Losada, y que llega a nuestro país dirigida por Tana Schémbori desde el 27 de julio en Arlequín Teatro.

Ardissone cuenta que la emoción del contenido y las letras del texto son contagiantes. Los ensayos son muy divertidos, como también emocionantes hasta las lágrimas. Según Sienra, la novia es muy especial; el novio trata de traerla a la realidad, pero ella vive en su mundo. “Padece de alzhéimer y tiene muy pocos momentos de lucidez”, revela. 

En la obra se trata un tema muy actual: qué hacemos con la gente adulta mayor y, sobre todo, cuando tiene una complicación extra, como el alzhéimer. “Aquí es donde se ve el amor hacia esa persona con la cual se vivió 49 años y más en esas condiciones, que debe ser muy difícil. Vemos distintos tipos de amores, en las diferentes relaciones: paternal, filial, de pareja, la enorme amistad entre el protagonista y un amigo, que traspasa la barrera de la distancia y los años”, apunta Ardissone. 

Hernán Melgarejo, quien interpreta a Rafael, el hijo de la pareja, comenta que cuando leyó el guion se identificó mucho con su personaje. “Los 40 es una edad muy especial, porque uno ya ha pasado por mucho en la vida, con frustraciones y un montón de cosas por cumplir. Entonces hay un tiempo limitado por delante”, reflexiona. 

Es la generación sándwich que se debate entre los hijos y los padres. Hay una crisis constante y una lucha de ambos lados, que, en el texto, se da una mezcla entre un tono de comedia o momentos muy sensibles. “Está muy bien escrito desde ese punto de vista. Creo que es una historia que, de por sí, mueve mucho, porque están los padres, hijos, parejas y amigos; entonces es como muy afectivo. El texto mueve mucho”, destaca.

Sifri Sanabria encarna a Natalia, la novia de Rafael, pero no se siente parte de su vida, a pesar del gran amor que le profesa. “Hay una crisis también en la relación, que se va desarrollando a lo largo de la puesta, pero luego se resuelve. En esta obra todo es muy afectivo”, refiere y añade que es un privilegio trabajar con este elenco de grandes actores. 

Tana Schémbori confiesa que se emociona mucho con este elenco, principalmente por trabajar con Myriam y José Luis, puesto que dio sus primeros pasos en las tablas del Arlequín. “Y los demás, casi todos fueron mis alumnos”, señala y añade que El hijo de la novia fue escrito por Fernando Castets, quien es su amigo. “Y aunque él no escribió el guion, me emocionó dirigir la obra”. 

Castets vendrá para el estreno el próximo 27. Resalta que es un placer volver al Arlequín y dirigir a Myriam y José Luis, porque son muy disciplinados, gente que ama mucho el teatro. “Tienen esa humildad de ser dirigidos y son muy generosos. Estoy muy contenta con el equipo humano”, enfatiza. 

“Estamos muy contentos de participar en esta obra”, cuenta Karina Otazú, quien, junto con Luis Troche Santiviago, el cocinero del restaurante, y Santiago Rivarola revelan que es la primera vez que trabajan en el Arlequín y, también, bajo la dirección de Tana en teatro. “Me alegra haberme incorporado a un elenco tan generoso”, enfatiza Troche. 

Borja García-Enriquez es Juan Carlos, el amigo de Rafael, quien luego de estar mucho tiempo en España regresa al Paraguay para reencontrarse con sus orígenes. “Es un personaje que, para mí, es un regalo, porque tiene un poco de todo. Estoy encantado de trabajar en la obra”, asegura. El personaje de Borja, incluso, da un gran giro en la trama. “Irrumpe con distintas locuras y cambia la historia de todos”. 

Ardissone resalta que es una satisfacción muy grande que Tana Shémbori les haya dirigido en esta obra porque se inició en el Arlequín, aunque luego sus pasos la hayan llevado por el camino del audiovisual. “Ahora, más de tres décadas después, ser dirigidos por ella es maravilloso”.

Cabe resaltar que la música es original, compuesta por Sergio Cuquejo, y tanto la elección de la obra como la producción general es de Pablo Ardissone.

Ficha técnica

El hijo de la novia 

Libro: Juan José Campanella y Fernando Castets.

Versión teatral: José Antonio Vitoria y Garbi Losada.

Elenco: Myriam Sienra, José Luis Ardissone, Hernán Melgarejo, Sifri Sanabria, Borja García-Enriquez, Luis Troche Santiviago, Karina Otazú y Santiago Rivarola.

Dirección: Tana Shémbori.

Asistencia de dirección: Carlos Arbués.

Música: Sergio Cuquejo.

Vestuario: Alejandra Ardissone.

Sinopsis

Rafael no está conforme con su vida: no puede conectar con sus cosas ni con la gente, nunca tiene tiempo, se aferra al zapping televisivo y se consuela con viejos capítulos de su serie preferida: El Zorro. Pero él ya no se parece en nada a su héroe de ficción. Ya no puede jugar a ponerse la capa negra, el antifaz y tener una identidad oculta. Su realidad es mucho más compleja. Rafael, inmerso en una terrible crisis económica y de valores (algo por desgracia absolutamente de actualidad), dedica 24 h al día a sacar adelante el restaurante fundado por su padre. Divorciado, casi no ve a su hija, no tiene amigos y elude comprometerse con su novia. Además, desde hace mucho tiempo no visita a su madre, internada en un geriátrico con alzhéimer. Por todo ello, Rafael siente que no alcanza las expectativas de nada ni de nadie y ya solo aspira a que le dejen en paz. Pero una serie de acontecimientos inesperados le desequilibra: una cadena internacional de restaurantes se propone absorber el suyo, sufre un ataque al corazón que está a punto de acabar con su vida, su actual relación de pareja está a punto de la ruptura y, para colmo, su padre se empeña contra viento y marea en cumplir el viejo sueño de su madre: casarse por la iglesia (a pesar de la oposición de la propia iglesia). Pero Rafael se reencontrará con un viejo amigo de la infancia que, a pesar de cargar con una tragedia personal, le ayudará de una manera muy particular a reconstruir su pasado y recuperar su presente. A evaluar de nuevo su vida y ordenar sus prioridades. La historia de amor de sus padres y la aparición de su amigo, cosas que en principio vive como un problema, acabarán siendo el revulsivo para volver a hacerse con el timón de su vida.

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Fotos: ABC Color/Virgilio Vera.