Cría y recría de terneras de leche - Dr. Kornelius Kaethler (*)

La lechería es un rubro muy importante en el Chaco Central, principalmente para las colonias menonitas. Por esta razón, en el marco de la Expo Pioneros, desarrollada semanas atrás, los directivos de la muestra dedicaron charlas y dinámicas a este sector, con el objetivo de mejorar las prácticas y manejos en la producción.

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El ámbito de la producción lechera tuvo un espacio interesante en la primera edición de la Expo Pioneros y esto se debe a que las tres colonias del Chaco Central ven al rubro como uno de los puntales de su economía. Este hecho propició, a lo largo de los años, grandes inversiones en materia industrial para el procesamiento de la materia prima obtenida en el campo.

Con respecto a la producción propiamente dicha, es decir, la labor en el tambo, existen varios puntos que el ganadero de leche debe poner en práctica para rentabilizar el negocio y evitar pérdidas en el tiempo. “Nos enfocamos en la tecnología,la elaboración y conservación de reservas de forrajes, y el procesamiento del alimento para los animales”.

MEJORAR LA CALIDAD DE LA LECHE

Para efectivizar una mejoría de las cualidades de la leche, habrá de considerar varios factores. “Para ofrecer un mejor producto, más saludable, con mejor gusto y calidad, hay que tener una vaca sana, con ubres sanas. Así produce más litros de leche y da más ingresos”. La leche sana puede traducirse en una mayor producción para la industria por una mayor cantidad de sólidos.

DÓNDE PRESTAR ATENCIÓN

La cría y recría en las terneras es una etapa muy importante en la que los productores deben prestar singular atención. Si uno invierte en este periodo, puede lograr resultados muy interesantes. No obstante, dichos resultados no se obtienen en un mes, sino a los dos años. En este tiempo se recupera la inversión, lo cual es positivo, porque una vaca durará cinco a siete años como productora de leche.

Un punto que muchos productores no comprenden está relacionado a la gordura y el desarrollo corporal de la hembra. Este último depende de la edad y no precisamente del alimento, mientras que el peso y la grasa sí dependen netamente del alimento.

“Si el productor descuida el desarrollo de su vaca y piensa que puede recuperar después, está equivocado. Eso no se puede recuperar después. El desarrollo ideal debe buscarse, pero no engordar al animal”.

Con ganancias de peso de 21 y 25 kg mensuales, las vacas estarán correctas. Es posible conseguir más kilos, pero el engrasamiento es un problema en la producción lechera. Una vaquilla gorda no podrá producir mucha leche, porque se deposita mucha grasa en la ubre. Tampoco debe ser muy flaca, porque también afectará el caudal de leche producido. “Necesitamos desarrollar la estructura. Lo ideal en hembras lecheras es 700 y 750 g de ganancia por día”.

HEMBRAS LECHERAS NO VAN AL ENGORDE

En Holando, raza lechera de alto potencial, las hembras no entran en el proceso de engorde; no obstante, los machos sí. Por esta razón, la alimentación es diferente para toros y vacas. Con un buen programa nutricional, y ganancias de peso de 21 y 25 kg mensuales en las hembras, ellas pueden quedar preñadas a los 24 meses, lo que posibilita una buena producción. Esto, teniendo en cuenta que las vaquillas chaqueñas se preñan a los 30 y 32 meses en promedio. “Al primer año, la vaca ya podría tener la primera cría. A los 36 meses, su segundo ternero”.

MEDICIÓN Y COMPARACIÓN

El productor lechero deberá conseguir hembras correctas, y atender el manejo y la alimentación. En la región occidental, la genética es buena, pero algunos manejos deben corregirse. Es importante, además, comparar el comportamiento de las vacas.

Hay que tener en cuenta que los tambos chaqueños de alta producción desarrollan la denominada cría artificial; es decir, las terneras no toman leche de sus madres hasta los ocho meses, como es común, sino que son destetadas a los dos meses. En este tiempo, el rumen de la vaquilla ya está desarrollado suficientemente para que pueda vivir de la comida; no obstante, el alimento proveído deberá ser acorde a la edad.

“Debemos elegir una comida. A veces, el productor piensa que es caro el balanceado, pero las terneras consumen entre 1 y 1,5 kg, que reemplaza a 4 l de leche. Entonces ¿cuál es más barato? Si el balanceado es más caro que 4 l de leche, entonces me quedo con la leche. Pero un balanceado cuesta G. 2500 el kilo, que es más barato que 4 l de leche”.

CAMBIOS GRADUALES EN LA ALIMENTACIÓN

El alimento que se brindará a la ternera deberá ser de calidad y, con el tiempo, el técnico veterinario podrá recomendar otras opciones para seguir con la nutrición. En cualquiera de los casos, si se presentan cambios, indefectiblemente, deberán hacerse de forma gradual. “El aparato digestivo de las vacas funciona a base de bacterias. Si cambiamos el alimento, debe cambiar todo el sistema bacteriano del rumen. No es por voluntad, porque es otro sistema de vida dentro de la vaca. Por ejemplo, si la vaca empezará a consumir ensilado, sin que antes lo hubiera hecho, primero deberá desarrollar el tipo de bacteria acorde al ensilado. Este ‘acostumbramiento’ de un alimento a otro lleva 20 días”. Al no respetar los ciclos o cambios de ración puede generar inconvenientes en la producción. Cuantos menos cambios mejor.

(*) Especialista en producción lechera.

 

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