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Los productores indicaron que el mayor comprador de sésamo y chía paraguaya es el mercado asiático, pero de un tiempo a esta parte se estableció una serie de exigencias a los agricultores, entre ellas la disminución del uso de agroquímicos en los cultivos, como medida de seguridad. A raíz de esto, los agricultores buscan alternativas como por ejemplo la producción de un no orgánico a base de una especie de lombriz californiana criada especialmente para obtener humus: un producto orgánico y ecológico. El presidente de la cooperativa Agronorte, institución que apoya a los labriegos, Benicio Giménez, expresó que la intención es obtener productos sanos, acorde a las exigencias de los consumidores del mercado asiático y revertir la caída de la venta por la mala calidad. Además de este producto también disponen de otros tipos de fertilizantes orgánicos que son distribuidos a los miembros de la asociación, que actualmente cultivan unas mil hectáreas de sésamo, distribuidas entre San Pedro y Canindeyú. Fuente: Sergio Escobar Rober – ABC Color