Cargando...
La organización diaria dentro del hogar implica ambientes atractivos, donde sea un gusto llegar, estar y disfrutar en familia. Veamos algunos aspectos.El hogar es el ámbito en el que se desarrolla la familia; por lo tanto, la clave para una buena administración dentro es tener una visión que permita organizar las tareas que este lugar requiere para sus miembros. Se centra básicamente en tres aspectos principales: la decoración y ropería, el menú mensual y el presupuesto, comenta la licenciada Virginia Luraschi.
Ser administrador o administradora es una tarea apasionante, y no precisamente exclusiva de la mujer; hoy todos son administradores de la casa, aunque no llevemos el título o lo incluyamos en nuestro currículum, señala la profesional.
Administrar bien un hogar es fundamental para la convivencia familiar; de esa manera, podríamos cuidar del bienestar material de la familia y crear un ambiente acogedor en el que todos puedan desenvolverse con confianza y comodidad. La casa no puede ser solamente atractiva para acoger a las visitas, sino que es importante que todos los días los demás miembros de la familia encuentren detalles pequeños de orden, como unas flores bien puestas en la sala, unas fuentes bien servidas y en lo posible decoradas con algún detalle que hace agradable la vida.
Un hogar bien presentable es sinónimo de armonía, pues cuando en casa todo está en orden es más fácil dedicarle concentración al trabajo y a los compromisos sociales que requieren atención.
En familia
Es bueno que los padres inculquen a los niños desde pequeños a ser parte de la organización del hogar. Muchas familias adoptan la costumbre de distribuir entre los niños algunas tareas más fáciles. Esto es positivo siempre que no se imponga como una carga o castigo, sino como parte de esa colaboración que ponen todos. Además, juega un papel muy importante el ejemplo; si los niños ven que mamá y papá se ayudan con cariño, ellos también se sentirán a gusto ayudando.
Algunas labores que se pueden compartir entre hijos y padres y que harán la vida mucho más fácil en casa son:
- Antes de salir para el colegio o el trabajo, cada miembro de la familia dejará su cama tendida y el cuarto en orden. Si los más pequeños aún no saben tender la cama, pueden dejar las sábanas en orden para quien la tienda.
- Puede haber un plan de rotación para la hora de la cena, así: quien pone la mesa para comer durante una semana, ayudará a mamá o a papá con el lavado y secado de los platos a la siguiente, turnándose con los otros hermanos.
- Picar los vegetales para la comida.
- Limpieza de los basureros de toda la casa.
- Tomar nota sobre detalles de mantenimiento y asegurarse de que estos sean efectuados; por ejemplo, lavado del cuarto de baño, reemplazo de focos dañados, manchas en las paredes, canillas con goteras, etc.
- Si hay una mascota, cuidar que tenga comida y bebida, y que el lugar donde permanece se mantenga limpio. Si se tiene un perro, llevarlo de paseo diariamente.
- Cortar el césped o regar las plantas de interior.
- Los más pequeños, por ejemplo, pueden tener tareas como estar pendientes de que no queden luces prendidas en las habitaciones si no se necesitan. Los mayores podrán desenchufar electrodomésticos.
Ser administrador o administradora es una tarea apasionante, y no precisamente exclusiva de la mujer; hoy todos son administradores de la casa, aunque no llevemos el título o lo incluyamos en nuestro currículum, señala la profesional.
Administrar bien un hogar es fundamental para la convivencia familiar; de esa manera, podríamos cuidar del bienestar material de la familia y crear un ambiente acogedor en el que todos puedan desenvolverse con confianza y comodidad. La casa no puede ser solamente atractiva para acoger a las visitas, sino que es importante que todos los días los demás miembros de la familia encuentren detalles pequeños de orden, como unas flores bien puestas en la sala, unas fuentes bien servidas y en lo posible decoradas con algún detalle que hace agradable la vida.
Un hogar bien presentable es sinónimo de armonía, pues cuando en casa todo está en orden es más fácil dedicarle concentración al trabajo y a los compromisos sociales que requieren atención.
En familia
Es bueno que los padres inculquen a los niños desde pequeños a ser parte de la organización del hogar. Muchas familias adoptan la costumbre de distribuir entre los niños algunas tareas más fáciles. Esto es positivo siempre que no se imponga como una carga o castigo, sino como parte de esa colaboración que ponen todos. Además, juega un papel muy importante el ejemplo; si los niños ven que mamá y papá se ayudan con cariño, ellos también se sentirán a gusto ayudando.
Algunas labores que se pueden compartir entre hijos y padres y que harán la vida mucho más fácil en casa son:
- Antes de salir para el colegio o el trabajo, cada miembro de la familia dejará su cama tendida y el cuarto en orden. Si los más pequeños aún no saben tender la cama, pueden dejar las sábanas en orden para quien la tienda.
- Puede haber un plan de rotación para la hora de la cena, así: quien pone la mesa para comer durante una semana, ayudará a mamá o a papá con el lavado y secado de los platos a la siguiente, turnándose con los otros hermanos.
- Picar los vegetales para la comida.
- Limpieza de los basureros de toda la casa.
- Tomar nota sobre detalles de mantenimiento y asegurarse de que estos sean efectuados; por ejemplo, lavado del cuarto de baño, reemplazo de focos dañados, manchas en las paredes, canillas con goteras, etc.
- Si hay una mascota, cuidar que tenga comida y bebida, y que el lugar donde permanece se mantenga limpio. Si se tiene un perro, llevarlo de paseo diariamente.
- Cortar el césped o regar las plantas de interior.
- Los más pequeños, por ejemplo, pueden tener tareas como estar pendientes de que no queden luces prendidas en las habitaciones si no se necesitan. Los mayores podrán desenchufar electrodomésticos.