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La poda de formación y corrección es para que la planta conserve una forma ordenada y se eviten las ramas que han crecido desmesuradamente y hasta se interponen a la circulación. Suelen aparecer además los chupones que son ramas que crecen y absorben los nutrientes de la rama principal, brotes nuevos que molestan, flores y frutos que ya están marchitos.
Deben ser podados los brotes que hayan podido surgir desde la misma raíz, flores y frutos ya marchitos. Las ramas que hayan salido totalmente verdes en las plantas variegadas, que tienen hojas de colores como el blanco, amarillo, rojo, azul, incluso distintos tonos de verde. Si no lo haces, irán perdiendo el variegado amarillo o blanco de las hojas.
Las coníferas o pinos requieren una poda cuidadosa, sobre todo cuando se corre el riesgo de que las plantas jóvenes adquieran una forma pobre. Si las coníferas como la tuya, taxus, etc., se cultivan como especímenes de bordura, necesitarán un recorte anual. Sin embargo, si se las cultiva en el patio aisladas o formando parte de una colección de coníferas, todo lo que necesita es quitar los brotes mal colocados durante sus primeros años.
Las rosas
Las flores deberían eliminarse tan pronto como comienzan a marchitarse. En años subsiguientes, pode las plantas hasta una tercera parte eliminando los tallos viejos.
La poda es necesaria para que la planta se mantenga saludable, equilibrada y con buena forma. Ayudará también a que produzca el máximo efecto requerido, ya sea con sus flores, hojas o frutos.
Entre las herramientas necesarias están un par de buenas tijeras de podar; y si cultiva plantas arbustivas que exigen una poda regular, la podadora será de mucha utilidad. Su simple acción de cortar con unas tijeras le permitirá eliminar tallos con un solo golpe y mantener la forma adecuada de sus plantas.