Preparar el suelo

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Señala que “el abono puro se utiliza para los árboles frutales y rosas, que se caracterizan por ser plantas más resistentes. El surco para introducir las flores debe tener aproximadamente ocho cm de profundidad, porque son de raíces pequeñas”.

“El riego posterior debe ser mínimo, ya que el exceso puede afectar la planta. Recuerde que el agua de lluvia ayuda a las plantas y aporta sus beneficios en el crecimiento de las flores, por lo que no es necesario regar por lo menos durante una semana posterior a ella, más aún considerando las constantes inclemencias climáticas”, agrega.

“La fertilización de las flores la llevará a cabo cada mes en esta temporada, a través de un producto líquido que se rocía suavemente sobre las flores y luego este pasa al suelo”, agrega.

Poda de limpieza

En un día de sol podrá podar las plantas con ayuda de una tijera a fin de eliminar las hojas amarillas, flores y ramas secas. “El objetivo es airear la planta para que pueda permitir la brotación de otros gajos”, explica. Comience por las especies que están bajo techo.

Luego de las lluvias podremos empezar a sembrar. Nidia González, del Vivero Virgencita Azul, afirma que “para preparar el jardín debemos tener tierra con abono de mantillo, en relación de un 50% y 50%. Tenga presente que si coloca directo abono puro, puede quemar las flores”.