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La celebración litúrgica estuvo presidida por el Pbro. Osvaldo Duarte, cura rector del santuario del Perpetuo Socorro de Asunción, quien en su homilía instó a que en este año se haga “una renovación de vida, perdonando y dejando de lado odio, rencores y resentimientos con Dios y nuestros hermanos”.
Los atyreños celebran esta fiesta mariana de una manera muy especial. Ya en la víspera realizan lo que denominan “la noche blanca”, que consiste en una procesión con candiles y velas con la imagen de la Candelaria.
La actividad se inicia a la entrada de la ciudad para seguir con un recorrido por las principales calles hasta el templo parroquial. Para el evento religioso todos los fieles van vestidos de blanco, simbolizando la pureza de la Virgen, y los candiles encendidos, la luz de Cristo.
A la medianoche se realiza el lanzamiento de fuegos artificiales en la explanada del templo especialmente adornada para la ocasión.
En Piribebuy
En tanto, en Piribebuy honraron a San Blas el 3 de febrero pasado. El Pbro. Gabino Fretes fue el encargado de presidir el acto litúrgico en la capilla perteneciente a la familia Acosta-López, donde abogó por la paz y el entendimiento entre los miembros de la comunidad.
En la homilía instó a los devotos a no solo venerar la imagen de San Blas sino a imitarlo en sus virtudes, habiendo sido el santo un fiel cristiano que escuchó e hizo la voluntad de Dios.
Pidió que la fe sea justificada en la vida de cada uno dejando de lado las actitudes negativas para vivir como hermanos. Cientos de devotos del santo patrono del Paraguay participaron pese a la intensa lluvia de ese día.