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Según la presidenta del gremio, María Elena Sánchez de Bogado, se tendrá una gran cosecha de tomates y otras verduras que continuará hasta el mes de junio próximo, y preocupa la falta de mercado que se da a raíz de que cuando la oferta aumenta, generalmente los precios disminuyen y afectan gravemente la economía de los productores.
La racionalidad de la economía campesina descansa básicamente en la combinación equilibrada entre los productos generados para el mercado y el consumo de la familia, a partir del trabajo desarrollado en la propia finca y con predominio de la mano de obra familiar.
La comercialización de hortalizas y frutas perecederas en el centro del país, y consumidas mayoritariamente por los asuncenos, se realizan en el Mercado de Abasto de la capital a precios muy por debajo del margen y los más beneficiados en estos casos los intermediarios.
Sánchez de Bogado dijo que los pequeños agricultores ya sufrieron muchas pérdidas en los últimos meses con las inundaciones que afectaron la zona y la mayor parte de la producción fueron destruidas. En ese sentido indicó que la única ayuda que solicitaron al Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) fue la provisión de buenas semillas y media sombra para seguir trabajando. Sin embargo, el nuevo ministro Juan Carlos Baruja no contestó ninguno de los pedidos y tampoco recibió al gremio que solicitó audiencia hace dos meses.