Irresponsabilidad inconsciente

Cada día estoy más convencida de la necesidad de formalizar las empresas e institucionalizar los procesos, incluso en las pequeñas empresas. Muchas organizaciones empresariales son unipersonales o sociedades simples y en empresas familiares inclusive es común la forma jurídica de sociedad anónima, pero las decisiones las toma una sola persona: el dueño.

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De lo único que podemos estar 100% seguros es que de esta vida no saldremos vivos. Todos vamos a morir, no sabemos cuándo ni cómo pero, generalmente, vivimos como si siempre podremos resolver más adelante los pendientes.

Doble cara

En primer lugar, esta realidad se observa en muchas empresas, lo cual demuestra una irresponsabilidad empresarial, porque todo lo construido queda en riesgo ante la finita existencia del fundador. Por eso, resulta clave que el empresario líder se responda de manera franca una simple pregunta: ¿quiero dejar un legado o una herencia?

El legado queda a la siguiente generación con el mandato de hacerlo crecer y de que la empresa siga produciendo riqueza, creando empleos e impactando positivamente en la comunidad en la que se encuentra inserta. La herencia, en cambio, deja a los herederos la libertad de venderla, repartirla o quebrarla para repartirse entre ellos sus partes.

Podríamos, sin duda, coincidir en la mirada hacia la responsabilidad social empresarial, pero ¿acaso sería viable hablar de sustentabilidad sin profundizar sobre la fragilidad de la empresa basada en la mortalidad de una persona?

En ocasiones, incluso encuentro empresas que no cuentan con forma jurídica, en las mismas la documentación, tanto de los derechos como de las obligaciones, está basada en las personas que conforman la estructura de propiedad. Comentarios como “entre hermanos (o entre amigos) abrimos la empresa y entre nosotros hay mucha confianza” o “jamás nos vamos a traicionar así que no hacen falta papeles” nos demuestran la falta de visión real y el criterio de ilusión presente en la manera de tomar decisiones cruciales.

La segunda cara de la misma moneda es la inconsciencia de los stakeholders (grupos de interés que interactúan con la empresa) o los costos ocultos que implican para ellos, e incluso para la propia empresa, la poca sustentabilidad del modelo uni-líder. Veamos esto más de cerca para analizar sus implicancias específicamente con dos importantes públicos:

Colaboradores: sean ejecutivos o trabajadores en general, sus ingresos y su carrera laboral dependen del juicio de una persona o de las decisiones que luego su familia tomará sobre la empresa.

Inversionistas: quienes estudien la proyección financiera de la empresa y decidan invertir en la misma, ya sea a través de un préstamo (particular o entidad financiera), financiación de mercadería o equipos (proveedores) o a través de aportes de capital (socios o accionistas, sean o no familia) deberán considerar los riesgos relacionados y definir con base en ello las condiciones, como ser tasa de interés, monto y plazo de la inversión.

Estas breves consideraciones nos pueden llevar a una conclusión válida: los empresarios no somos inmortales y quienes corran el riesgo con nosotros necesitan de redes de seguridad. Por lo tanto, en mi opinión, la base de la sustentabilidad se encuentra en el Gobierno Corporativo, siendo los aspectos sociales y ambientales determinantes, ya que aportan importantes contribuciones al valor de una organización.

Entonces, sin importar el tamaño de una empresa, se requiere priorizar la institucionalización de los procesos de toma de decisiones y la ejecución de la visión a largo plazo, así que es hora de que incluso los pequeños y medianos empresarios asuman su rol con la responsabilidad de evaluar los riesgos y proponer estrategias para mitigarlos.

Gobierno corporativo

Quizás pueda sonar como un pomposo término utilizado en grandes corporaciones multinacionales, pero no es otra cosa que definir la forma jurídica de la organización, la política para la toma de decisiones, la estructura organizativa y quienes tienen atribuciones de gerenciar con autoridad los activos y pasivos de la empresa.

Para poder realizar lo arriba enunciado, será fundamental tener definida con claridad la política de la empresa, la cual pasa por la historia y la cultura que generalmente el fundador puede identificar, pero que con el crecimiento de la empresa, con el ingreso de nuevas generaciones y con la profesionalización de los procesos suele sufrir una metamorfosis que sin duda es positiva en muchos aspectos, pero que también incide en pérdidas de valores o principios en el cómo se hacen las cosas.

Documentar la cultura es más complicado que registrar los procesos, pues la cultura es cualitativa y no solo encierra los pensamientos, sino, principalmente, los sentimientos de quienes componen la empresa. Es la parte filosófica que, en ocasiones, no se puede explicar con palabras, se trata de experiencias que hay que vivirlas para comprender el sistema organizacional.

Por eso, la cultura no se puede comprar ni importar de otra empresa, no se puede copiar pues es única, es como la personalidad de una organización, se la distingue por ella y es donde se crea el mayor valor agregado al momento de fijar la marca, crear presencia en el mercado o incluso, vender acciones a través del mercado de capitales.

Factores como el orgullo, la transparencia en la información, la ética en los negocios, el sentido de pertenencia, la valorización, la confianza y el respeto son identificados en la cultura. Ahora bien, no pueden ser medidos con una regla ni se pueden pesar con una balanza, de allí que no se cuenta con indicadores numéricos para colocar en un balance, pero la realidad es que todo lo mencionado afecta directamente a los resultados de rentabilidad en la gestión.La sustentabilidad no es una meta, no es una tarea más de responsabilidad social empresarial; la sustentabilidad está en el quiénes somos y por eso se refleja en lo que hacemos y cómo lo hacemos. Las políticas de Gobierno influyen en todo el proceso empresarial, influyen en el valor de la empresa y disminuyen costos al impactar en los riesgos de largo plazo. Trabaja conscientemente, crea valor con responsabilidad. Sigamos hablando de dinero, porque así aprendemos a manejarlo mejor.

Factores

Factores como orgullo, transparencia en la información, ética en los negocios, sentido de pertenencia, confianza y respeto se identifican en la cultura.

Valor

Las políticas de Gobierno influyen en todo el proceso empresarial, influyen en el valor de la empresa y disminuyen costos al impactar en los riesgos.

gloria@ayalaperson.com.py

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