Se fue Gustavo…

El 26 de enero de 2015 quedó marcado como un día aciago para el Paraguay. Esta Nación perdió a uno de sus mejores patriotas; defensor acérrimo de los derechos de la Patria que lo vio nacer en su sufrido e injusto trato prodigado por sus “socios” en las entidades binacionales Itaipú y Yacyretá.

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Dueño de una personalidad fuerte tal cual toro furioso, de diálogo frontal y muy sincero; Gustavo De Gásperi se ocupó desde hace más de una década a entender primeramente; y luego a explicar al país, las asimetrías delirantes que sufre el Paraguay en sus dos entes hidroeléctricos.

En las largas reuniones mantenidas en su oficina; fruto de su ingenio, y a instancias del mismo, hace unos años hemos conformado junto con el ingeniero Ramón Montanía, el Gabinete de la Energía en la Sombra, bautizado como GES por él mismo. Este ente respondía firmemente a su permanente intención de hacer saber a todos los habitantes de este sufrido y estoico Paraguay, que la vía pertinente para lograr acabar con las violaciones sistemáticas era la jurídica; y no la política o la diplomática. Es por ello que expresaba que la vía jurídica implica de mucho sentido común y de lógica; cuando que por norma no escrita, en la vía política o la diplomática, la lógica y el sentido común son echadas por los ventanales.

En su largo trabajo relacionado a las binacionales, dotó de sendos documentos de riqueza incalculable para nuestro país, concluyendo que la vía pertinente para lograr el trato igualitario y el ansiado precio justo, es plantear la demanda ante la Corte Internacional de Justicia, obteniendo con ello un pronunciamiento internacional obligatorio, ante la obviedad de la situación de aprovechamiento indebido de un socio sobre el otro.

Se fue Gustavo sin poder ver cumplido lo que tanto pregonaba. Seguro estoy que ello le producía una tremenda decepción. Y esa es la decepción que enferma. Es esa decepción que implica entender lo que está pasando, para luego redactar y publicar para el país en las páginas del combativo ABC Color; y verse luego estancado y no poder avanzar más de ello. Y solo no podía avanzar más porque ya no estaba en sus manos. Y eso sí que le frustraba y bastante, porque sus escritos eran producto del entendimiento logrado a través de horas y días de quemarse las pestañas hurgando en los esquivos documentos relacionados a las binacionales, que por lo general no son de libre acceso a la información pública.

Era un hombre convencido de que la situación actual de despojo en Itaipú y Yacyretá en algún momento futuro va a explotar para perjuicio insalvable del Paraguay. Eso repetía y repetía. Con menos de la mitad de años vividos, yo lo escuchaba y leía vívidamente, con una preocupación alarmada cuando expresaba que en las dos binacionales nuestros socios en el futuro prodigarán el golpe final; tal mazo que busca el aniquilamiento del Paraguay, y con ello la pérdida efectiva de sus recursos hidroeléctricos.

Ojalá que la partida de Gustavo De Gásperi no haya generado algún tipo de alegría siniestra en algunos brasileños, argentinos y por qué no decir también de paraguayos, defensores acérrimos del mantenimiento del statu quo desigualitario tanto en Itaipú como en Yacyretá; quienes creyendo que con la desaparición del mismo, se iba a apagar automáticamente la llama patriótica de la defensa de los derechos del Paraguay. Para desgracia de estos, el trabajo intelectual jurídico legado a su Patria por Gustavo De Gásperi se encuentra germinando tal semilla sembrada en otras mentes patriotas, lo cual ya es imposible de evitar.

En los sitiales galonados de glorias para hombres patriotas, Gustavo De Gásperi ya está sentado en su silla ganada con creces, por su titánica tarea de defender a su país, violentado una vez más como rémora de la triste Triple Alianza. El Paraguay perdió a uno de sus patriotas modernos, quién armado de la pluma, tal cual arma poderosa, descansó legando el ejemplo de patriotismo con que nos ejemplificó.

Descansa en paz Gustavo, que aquí te vamos a extrañar…

 

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