El panorama fiscal 2016

El 2016 se presenta como un año de desafíos intensos, dada la recesión en los principales socios comerciales del país y la reducción de los precios de los commodities agrícolas, que causarán una reducción en el ritmo del crecimiento económico.

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La expectativa de una menor recaudación de impuestos está latente. Por lo tanto, resulta más necesario que nunca poner énfasis en la calidad del gasto público a través de una mayor eficiencia en la ejecución de los programas presupuestarios sobre las inversiones, analizando también el retorno del gasto tributario.Cabe considerar, en primer lugar, que no siempre un crecimiento elevado del producto interno br

uto (PIB) tuvo relación directa con el comportamiento de las recaudaciones. Por ejemplo, cuando en 2013 el PIB creció en un 14%, los ingresos tributarios lo hicieron en solo 6,6%, mientras que durante el año siguiente, cuando el PIB creció en un 4,7%, la recaudación de impuestos aumentó en 18%. Por lo tanto, además del crecimiento económico, existen otros factores que determinan la recaudación tributaria. Entre ellos, la mejora de la eficiencia en los controles realizados por las autoridades impositivas fue uno de los factores más importantes que permitieron dicho crecimiento en 2014. Por ello, si en 2016 se logra una ejecución de gastos similar a la del 2015, se podría alcanzar un nivel de recaudación que permita mantener la presión tributaria y sostener el déficit fiscal en alrededor del 1,5% del PIB.

La estructura de los gastos operativos del gobierno muestra la misma rigidez del presupuesto de años anteriores, durante los cuales las remuneraciones a los empleados concentraron casi la mitad de los gastos operativos (46,3%). Seguidamente, las donaciones que el Gobierno Central realiza tienen una participación similar a las prestaciones sociales (jubilaciones, pensiones y subsidio familiar), cercana al 17%.

La inversión física ha experimentado un crecimiento sostenido en los últimos cuatro años, sobre todo durante 2015, cuando aumentó 14,1% con relación a 2014. Pero la ejecución fue solo del 52,5% en 2014 y 56,54% en 2015. De manera que, considerando que el incremento encuentra su fuente en el endeudamiento externo, se impone la necesidad de aumentar sustancialmente el grado de eficiencia en la ejecución de las inversiones.

En 2016, el Gobierno Central dispone de un presupuesto aprobado para las inversiones de G. 5,4 billones o USD 976,5 millones de dólares. Como este monto es similar al de los años anteriores, el efecto que la inversión pública pueda ejercer para dinamizar la economía dependerá, principalmente, de la mejora de eficiencia que logren las distintas instituciones encargadas de la ejecución de este componente del gasto.

Las inversiones planificadas para 2016 son diversas, pero se concentran en la construcción y mantenimiento de la red vial. No obstante, también es sumamente necesario mejorar la ejecución de las inversiones de menor envergadura, acelerando la construcción de caminos vecinales, escuelas y viviendas, que son las obras que mueven a las pequeñas y medianas empresas de la construcción, las cuales absorben una gran cantidad de mano de obra, además de afectar positivamente la calidad de vida de las poblaciones de menores ingresos.

Por último, en una coyuntura fiscal en la que se entra en el quinto año consecutivo de déficit, es necesario realizar una evaluación de los gastos tributarios. Así se denomina en la jerga fiscal a aquellos ingresos que el Estado deja de percibir por ciertos incentivos, deducciones y devoluciones de impuestos. El análisis del retorno que la economía recibe de las exenciones que el Estado otorga resulta imprescindible para mejorar el rendimiento de cada tributo y la equidad fiscal entre todos los sectores, en un sistema en el cual los impuestos indirectos siguen predominando.

Inversión para arriba

La inversión física ha tenido un crecimiento sostenido en los últimos cuatro años, sobre todo en 2015, cuando aumentó 14,1% con relación a 2014. Pero la ejecución fue solo del 52,5% en 2014 y 56,54% en 2015. Considerando que el incremento encuentra su fuente en el endeudamiento externo, se impone la necesidad de aumentar sustancialmente el grado de eficiencia en la ejecución de las inversiones.

* Analista y autor del presente artículo incluido en la 37.a edición de Economía y Sociedad, publicación perteneciente al Centro de Análisis y Difusión de la Economía Paraguaya (Cadep).

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