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COLONIAS UNIDAS, Dpto. de Itapúa (José Miguel González, de nuestra redacción regional). En marzo del 2011 el entonces titular de Yacyretá, Miguel “Kencho” Rodríguez, reconoció la deuda de la Entidad Binacional. No obstante, pasaron los años pero nunca se concretó el resarcimiento.
En aquella oportunidad dijo que la EBY está obligada a reponer un puerto en ese lugar, ya que el anterior fue anegado por las aguas del río Paraná cuando la cota de Yacyretá se elevó a 83 metros sobre el nivel del mar.
“En Obligado hemos anegado el puerto de las Colonias Unidas, y eso hay que reponer. Entonces, eso es lo que estamos haciendo, un nuevo proyecto de reposición del puerto granelero de la Cooperativa Colonias Unidas”, había declarado Kencho.
Como la deuda nunca se efectivizó, la Cooperativa tuvo que adquirir otro puerto de embarque en la zona de Capitán Meza. Se trata del atracadero Don Joaquín, desde donde se exportan granos directamente al extranjero, sin tener como intermediarios a las multinacionales.
La inversión total para la compra del puerto Don Joaquín fue de más de US$ 10 millones y fue adquirido de Trans Agro SA, una empresa paraguaya con accionistas extranjeros.
Pero la EBY no solo debe resarcir a la Cooperativa Colonias Unidas, sino también a la Municipalidad de Obligado.
El embalse del río hizo que el inmueble donde está asentada la vivienda que perteneciera a uno de los primeros habitantes de Colonia Obligado, la familia Müller, quedara dentro del polígono de afectación de la EBY.
En el lugar también se encuentran varios depósitos que llegaron a funcionar como los primeros almacenes generales de la Cooperativa Colonias Unidas. En esta zona se había establecido el primer centro urbano de Obligado, pero debido a las continuas crecidas del río se tuvo que trasladar a unos 10 kilómetros hacia tierra firme.