¿Qué vitamina te falta?

Muchas vitaminas son imprescindibles para que nuestro cuerpo funcione bien. La mayor parte de estos nutrientes no pueden ser elaborados por el organismo, por lo cual la única manera de incorporarlos es a través de la alimentación, y su falta se expresa en señales leves que solemos vincular con otras causas.

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Una dieta desequilibrada, el consumo de tabaco o alcohol en exceso, la incorrecta conservación o cocción de los alimentos —que puede alterar su contenido nutricional— son algunos de los motivos que pueden ocasionar la deficiencia de nutrientes en nuestro organismo. Es importante reconocer los síntomas a los cuales debemos prestar atención, para saber cómo tratarlos. No obstante, siempre se aconseja que consulte con un médico o nutricionista.

VITAMINAS LIPOSOLUBLES

Vitamina A

Participa en el crecimiento óseo, el desarrollo de la piel y las mucosas, y genera pigmentos necesarios para el funcionamiento de la retina. Su carencia produce:

Alteraciones oculares: puede ocasionar ceguera crepuscular, es decir, disminuye la agudeza visual al anochecer; sensibilidad extrema a la luz, opacidad y úlceras de la córnea. Disminución considerable de la visión cuando hay poca luz o anochece.

Inmunidad reducida (defensas bajas): aumenta la susceptibilidad a infecciones bacterianas, parasitarias o virales, ya que la vitamina A contribuye al mantenimiento de la integridad de las mucosas. Al carecer de ella, desaparece la barrera contra las infecciones.

Alteraciones óseas: inhibe el crecimiento, ocasiona malformaciones esqueléticas y aumenta la probabilidad de padecer dolencias en las articulaciones, debido a que obstaculiza la regeneración ósea.

Alteraciones cutáneas: la piel se vuelve áspera, seca, con escamas; el cabello se torna quebradizo y seco, al igual que las uñas.

Otros: cansancio general, pérdida de apetito y alteraciones de la audición, gusto, olfato, y reproductivas.

Señales de la falta de vitamina A: uñas y cabello quebradizos, insomnio, cansancio, falta de apetito, ojos irritados o problemas de visión, acné.

¿Qué alimentos contienen vitamina A? Espinaca, ají rojo, acelga, cereales integrales, tomate, kiwi, espárragos, frutos secos, brócoli, zanahoria, entre otros, como leche y huevos.

Vitamina D

Ayuda al cuerpo a absorber calcio, uno de los minerales más importantes en la formación de los huesos. Su carencia produce:

Osteoporosis: la deficiencia de la vitamina D influye en la osteoporosis al reducir la absorción de calcio. Es un ejemplo del efecto a largo plazo de la carencia de esta vitamina, mientras que el raquitismo y la osteomalacia son ejemplos extremos de la deficiencia de vitamina D. Se da mayormente en mujeres posmenopáusicas.

Señales de la falta de vitamina D: deficiencias ósea y dental, pérdida de fuerza muscular, cansancio y debilidad, calambres.

¿Qué alimentos la contienen? El aceite de oliva, los champiñones, la leche y el queso. También se produce, además de la alimentación, cuando la piel se expone directamente al sol. Por eso, se la conoce como la “vitamina del sol”.

Vitamina K

Es fundamental en los procesos de coagulación de la sangre y generación de glóbulos rojos. Su carencia produce:

- Una coagulación sanguínea pobre o deficiente, provocando sangrado espontáneo o prolongando el tiempo de hemorragia.

 - Sangrado en nariz, encías, en la orina o heces.

- Menstruación abundante.

- Moretones ante mínimos traumatismos.

Señales de falta de vitamina K: anemia, cicatrización lenta

¿Qué alimentos la contienen? Verduras de hoja verde, hierbas como el tomillo o la albahaca, repollitos de bruselas, brócoli, espárragos, repollo, espinacas, entre otros.

Vitamina E

Tiene una función antioxidante, protegiendo el tejido corporal del daño de los radicales libres. Además, ayuda a fortalecer el sistema inmunitario y tiene un rol fundamental en la formación de glóbulos rojos. Su carencia produce:

- Distrofias musculares y degeneraciones nerviosas.

- Retención de líquidos.

- Anemia hemolítica (destrucción de glóbulos rojos).

- Alteraciones oculares.

- Daño en el sistema nervioso.

- Dificultad para mantener el equilibrio.

- Cansancio, apatía, irritabilidad, incapacidad para concentrarse.

- Alteraciones en la marcha.

- Respuesta inmune disminuida.

Señales de la falta de vitamina E: reducción de la actividad neuromuscular, fatiga, anemia.

¿Qué alimentos la contienen? Germen de trigo, harina integral, lechuga, berro, almendras, semillas de girasol, avellanas, maní, aceites de soja, girasol, oliva, maíz y canola.

VITAMINAS HIDROSOLUBLES

Vitamina C

Participa en la formación de colágeno, huesos, dientes y glóbulos rojos. También favorece la absorción del hierro de los alimentos y es un poderoso antioxidante. Su carencia produce:

- Piel áspera y reseca; hematomas espontáneos.

- Deficiencia en la cicatrización de heridas.

- Sangrado nasal.

- Dolor e inflamación articular.

- Anemia.

- Esmalte dental debilitado.

- Escorbuto: enfermedad caracterizada por producirse hinchazón en las encías, hemorragias y caída de los dientes, así como alteraciones óseas y sensibilidad a las infecciones.

Señales de la falta de vitamina C: problemas óseos y dentales, encías sensibles, cansancio, infecciones, piel seca, cicatrización lenta.

¿Qué alimentos la contienen? Limón, naranja, pomelo y cítricos en general, kiwi, tomate, ají, frutillas, espinacas crudas, berro, brotes de soja o alfalfa, lentejas, perejil, entre otros.

Complejo de vitaminas B

Las vitaminas del grupo B (entre ellas, las vitaminas B1, B2, B3, B5, B6, B8, B9 y B12) están vinculadas con el metabolismo celular.

Vitamina B1 (tiamina): su carencia produce insuficiencia cardíaca y enfermedades relacionadas (retención de líquidos en el organismo), depresión.

Vitamina B2 (riboflavina): su carencia produce ulceraciones en la boca, labios agrietados, lengua inflamada. Dificultosa curación de las heridas. Piel aceitosa, grietas en la piel, dermatitis. Ojos inflamados y rojizos. Anemia y debilidad.

Vitamina B3 (niacina o vitamina PP): un déficit de esta vitamina puede provocar nerviosismo, ansiedad, insomnio, depresión. También problemas en el aparato digestivo. Si la carencia es mínima, se manifiesta con mal aliento.

Vitamina B5 (ácido pantoténico): la carencia de esta vitamina es muy rara. Su déficit puede producir fatiga, náuseas, alergias y dolor abdominal.

Vitamina B6 (piridoxina): su carencia produce trastornos en la piel, caída del cabello, úlceras en boca y lengua, trastornos nerviosos, debilitamiento y pérdida de peso, anemia.

Vitamina B8 (biotina o vitamina H): su carencia provoca el deterioro de las funciones metabólicas, con síntomas como eczema, dermatitis seca y descamativa, palidez, náuseas, vómitos, gran fatiga, anorexia y depresión.

Vitamina B9 (ácido fólico): la carencia de ácido fólico provoca cansancio, insomnio e inapetencia y puede producir malformaciones en el feto a mujeres embarazadas.

Vitamina B12 (cobalamina): Muchos vegetarianos padecen carencia de esta vitamina, lo cual produce debilidad en la mielina, que es la membrana protectora de los nervios de la médula espinal y del cerebro. Anemia perniciosa, mala producción de glóbulos rojos, entumecimiento y hormigueo de extremidades, problemas menstruales, úlceras linguales.

Señales de la falta del complejo de vitaminas B: anemia, piel escamosa, constipación, trastornos hepáticos, cansancio generalizado, falta de apetito, labios agrietados o secos, cabello seco, uñas frágiles.

¿Qué alimentos las contienen? Semillas de girasol, salvado de arroz, arvejas, perejil, brócoli, repollo, avena, porotos, harina de maíz, levadura virgen, ajo, hortalizas verdes, miel y lácteos.

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