Qué hay detrás de los asesinatos en el Mercado N° 4

La empresa “Salinas Cambios” que opera en el corazón del Mercado 4, está atravesando desde hace tiempo por hechos de violencia y mortales atentados. Primero trataron de ingresar al local para robar todo el dinero, pero no lograron el objetivo. Después atentaron mortalmente contra el dueño de la empresa y hace unas semanas otro ataque a dos de sus empleados terminó con la muerte de uno de ellos. En ninguno de los tres episodios la Policía pudo esclarecer o conseguir pruebas que la lleven hasta los responsables de los casos. Hay muchas interrogantes sin responder.

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El primer atentado fue el que sufrió en la noche del 22 de diciembre del año pasado Manuel Salinas Escobar, de 45 años, quien era dueño de la empresa “Salinas Cambios”.

Sobre la calle Otazú, entre Gaspar Rodríguez de Francia y Ana Díaz de nuestra capital, dos hombres en una motocicleta interceptaron a Salinas Escobar, quien iba caminando rumbo a su casa que queda en las inmediaciones, arma en mano abrieron fuego contra el trabajador, quien cayó malherido.

Uno de los pistoleros se llevó la cartera del cambista que se presume tenía una fuerte cantidad de dinero y huyeron del sitio.

Salinas Escobar fue llevado de urgencia hasta el Hospital del Trauma, donde llegó sin vida, según los informes dados a conocer por agentes de la comisaría 18ª metropolitana.

Hilda Cáceres, viuda de Manuel Salinas, dijo: “No entiendo cómo la Policía no puede detener o descubrir quiénes están tras estos casos”. También recordó que en junio de 2014, ladrones trataron de entrar a robar en el local de “Salinas Cambios” que tiene sus oficinas en la galería Bonanza, pero no pudieron llevarse el dinero. Desde entonces su marido ya no dejaba efectivo en el lugar y el día que lo mataron llevaba plata que le fue sustraída, pero no supo precisar el monto.

Segundo atentado

El 6 de abril pasado Alcides y Ernesto Romero, empleados de “Salinas Cambios”, a las 17:45 iban en una automóvil Toyota Platz blanco, con placa BPH 567, por la calle Lomas Valentinas entre Battilana y Otazú, de la zona del Mercado N° 4, cuando una camioneta Nissan tipo Frontier de color blanco, les cierra el paso.

Del vehículo, según testigos, bajan unos tres hombres armados y a cara descubierta, que abren fuego contra los dos cambistas, luego suben a la camioneta y huyen del lugar, sin llevarse unos cien millones de guaraníes que tenían los trabajadores.

Alcides y Ernesto Romero fueron llevados de urgencia hasta el Hospital del Trauma. En la mañana del jueves 7 de abril, se confirma la muerte de Ernesto Romero, a consecuencia de las heridas que acusó. Alcides Romero, el otro herido, sigue internado en observación.

Llama mucho la atención la forma en que se perpetró lo que para la Policía sigue siendo un intento de asalto, pero los testigos dijeron que los hombres que dispararon contra los ocupantes del automóvil en ningún momento atinaron a ir hasta el rodado a buscar si llevaban dinero o algún objeto de valor. Solo abrieron fuego y después huyeron del lugar.

“Hace tres meses pasamos por una situación fea y ahora otra vez esto ya es de película”, dijo a la radio ABC Cardinal Hilda Cáceres, quien se siente muy dolida por lo que sucede alrededor de la empresa de su difundo marido.

“Es una advertencia, no sé quién está detrás de esto. No sé si tenemos que irnos del país o no sé qué”, señaló la viuda de Salinas.

La mujer también dijo que no tienen enemigos, tampoco recibieron amenazas de muerte, pero que es muy grave todo lo que les pasa ya que son gente trabajadora y que se ganan el dinero de forma honesta.

Si bien Hilda Cáceres no dijo no tener confianza en la Policía, aseguró que rechazó la propuesta que le hicieron de ponerles custodia policial.

“Nos quisieron poner un guardia de la Policía, ¿para qué, para dar más datos? No tenemos enemigos, no enviamos a nadie a la cárcel, somos trabajadores y así es que como uno trabaja y progresa, siempre hay envidia” señaló la señora Hilda Cáceres, sin querer entrar en más detalles, pero negó tener sospechas de dónde pudieran provenir los hechos de violencia.

La Policía sin embargo en su labor de investigar no aportó pistas o datos que la lleven ni siquiera a tener sospechosos de los hechos de sangre que le costaron la vida a dos personas. La viuda de Salinas se mostró muy preocupada por esta situación y dijo que tienen mucho temor por la violencia desatada contra ellos.

La mujer también negó tajantemente que su exmarido se haya dedicado a hacer prestamos en la zona del Mercado, dijo que solo tenía el negocio de cambio de monedas.

Sin embargo es innegable que existe una guerra declarada a la empresa de los Salinas. El móvil de toda esta serie de hechos que ya se cobraron dos vidas es el que no se conoce, y la Policía no está aportando nada para el esclarecimiento de los casos.

Móvil fue robado para cometer el crimen

Los que balearon a los cambistas Alcides y Ernesto Romero se movilizaban en una camioneta robada poco antes del atentado.

A las 11:57 aproximadamente “levantaron” el vehículo y a las 17:45 en Lomas Valentinas entre Battilana y Otazú, con ese móvil interceptaron el automóvil en el que iban los cambistas.

La camioneta Nissan Frontier que utilizaron los cuatro sicarios para cometer el ataque fue robada en una calle del barrio Ykua Satî, de Asunción.

En la filmación se ve el momento en el que robaron la camioneta que pertenece a Julián Peña, dueño del vehículo, quien radicó la denuncia del robo de su rodado a las 13:30 del miércoles.

La víctima del robo explicó que dejó la pickup estacionada en las calles Austria y Coronel Cabrera, mientras entraba a su lugar de trabajo. Cuando salió ya no encontró su vehículo.

Los sicarios ni se tomaron la molestia de sacar la chapa del vehículo robado. Cometieron el crimen y huyeron. Hasta el momento no se sabe del vehículo robado.

Para la policía el caso sigue como al principio con pocos avances, pese a que se tienen filmaciones en las que se presume que se ve al o a los que se robaron la camioneta. Los investigadores poco o nada avanzaron en el esclarecimiento del caso.

Ernesto Romero falleció al día siguiente del atentado, mientras que Alcides Romero sigue internado recuperándose de las heridas de bala. Se espera que el sobreviviente pueda aportar datos sobre los hombres que los atacaron.

Según se dijo, los sicarios bajaron de la camioneta y estaban a cara descubierta y se quiere saber si Alcides Romero pudo reconocer a alguno o dar una pista que lleve a la identificación de los mismos.

Por el momento el crimen sigue en medio de una gran nebulosa investigativa, que ya preocupa de sobremanera a la familia Salinas, cuyos integrantes no saben qué hacer.

victor.franco@abc.com.py

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